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lunes, 19 de diciembre de 2011

Sábado 17 de Diciembre de 2011


OTROS ELEMENTOS

Quería contar una historia
que no le hubiese ocurrido,
una historia donde la belleza
fuese centro y el dolor apenas
una encrucijada en la que desvestirse
y dormir hasta un nuevo encuentro.

La sangre latía en las concavidades de su sueño.
Entre los recovecos de sus células, convivían
el color rojo y las enredaderas agitándose.

Volvía sobre la noche y despertaba
para seguir queriendo ese sinsentido
que lo acompañaba, inexorable, como una ley
para la estupidez y el estropicio.

Había otros elementos en cuestión
había... y se quedó ahí en esa sombra
y yo le veía quedarse mientras partía
y después no supe más.

Desenredé la hebra de nuestra relación
y encontré las esquinas con sombras
y en medio un agujero negro de desilusión.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h

OTROS ELEMENTOS

Otros elementos adornan mi puesto esta Navidad.
Puede que alguna mirada, boquiabierta, se detenga
y no se sepa explicar bien su nuevo y extraño hambre.
Puede que yo me fije en su rostro por ser tan común,
en mí, digo, sacarle a los demás algún parecido,
según los adornos que ese día cuelguen de mis ojos.

Porque no es fácil ir por el mundo a cara descubierta,
puede que encuentre esa máscara que falta en tu rostro.

Antonia López

MÁS ENTUSIASMO
Miraba al horizonte con gesto dividido.
¡No pelees con burbujas de viento! le susurró un viejo acordeón.
Recoge el oro de tus ojos y espárcelo en la aldea del mundo,
en un brindis: engendra el entusiasmo
que se llevó el mar en su resaca.
Con la marea alta toman otro perfil las escapadas

Ana Velasco
Taller: Sábado 16h.

OTROS ELEMENTOS

Rechazo la singladura que en el mar
se abre a los naufragios.

Voces perecederas se alzan
en voces menos domesticadas,
más cercanas al abismo,
que desde el abismo crecen.

Porque ¿qué es el dolor
si no hay una palabra para nombrarlo?
¿Qué es su contracturado torbellino
si no este camino que ahora propongo?

Otros elementos menos destacados,
más imperfectos, se suman.
Y son ellos los encargados de decir la verdad,
de vociferar a gritos lo que un dios moribundo
le encomienda desde su trono.

Nada se escucha, salvo el susurro del viento.

Esta muda Ifigenia, este sordo elemento
que contra el muro del mundo escribe sus razones,
va dando pasos sobre el abismo,
sin saber cómo se sostiene.


Ruy Henríquez
17 de diciembre de 2011


OTROS ELEMENTOS

Ante los recuerdos, el amor florece inoportuno,
como una flor que muda sus alas
al contagio del vuelo, inalcanzable de los días.

Los días se apresuran,
se agolpan las miradas a través del cristal
ensombrecido, templadamente,
por el turbio caminar sobre los recuerdos;
balde donde descansar las heridas.

Se hace estrepitosa la bujía del tiempo,
oigo su movimiento que asciende por las cañerías del alma,
golpeadas por el silbido del viento,
cuando la mar arrebatada,
enfurecida por el alboroto,
devora las extensiones del pasado.

Anhelo el entierro de los años
aunque no me pertenezca.

Otros elementos, como selvas henchidas
nutren la noche espolvoreada sobre el océano.

Al fondo una vidriera de cabañas parpadea en el horizonte,
áridos bosques se esconden tras tus pupilas.

Magdalena Salamanca

MAXIMO ENTUSIASMO

Buscando una obra de arte
que acabe con mis sentidos,
recorro los bordes del abismo
intentando esquivar las balas
que caen del cielo en forma
de lluvia incesante de suspiros.

Cuando llega la mañana,
el silencio se hace mortal,
el horizonte una palabra
y la vida una canción sin fin
a punto de desafinar
a cada instante.

Por eso, le grito a los dioses
de este mundo
que tengan compasión
y que renuncien
al máximo entusiasmo.

LEANDRO BRISCIOLI

Otros elementos.

Ríos de leches manan de las cuevas,
impacientan por los canalones.
Los pelos de alambres
no les apostan diques
a las bocas,
sembradas en las vías
con calculadas intenciones,
para impedir el arribo de los cántaros
que de infinitos puntos llegan,
sin retornos.
Un anciano negro “babalao”,
puesto al tanto,
autoriza a sus inexpertos feligreses
a no afeitarse las molleras.

Juan Francisco González-Díaz

OTROS ELEMENTOS

Entre cinco personas,
tardaron dos días,
en poner mi piel en su lugar.
La mirada del escorpión
la había asustado 180º.
Trajeron una botella con recuerdos futuros
que pronto olvidaría.
Dos tenazas,
una de madera
con la palabra amor naciendo en sus extremos,
y una de acero,
con filamentos de océano,
que me arrancaban la calma,
cuando elegía una calle equivocada.
Me ataron a una silla,
construida con el vació que queda en la tierra,
cuando los insectos comienzan su jornada.
Y en ese imposible,
dibujaron un trabajo de siglos,
sobre lo que era mi cuerpo,
cada cuatro minutos.
¿Por qué tu bandera es enemiga del viento?
¿Qué haces con las puertas que te nacen del pecho?
¿Dónde te escondes cuando quieren verte?

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

Más emoción

Con la mueca cruzada en la cara por el filo envenenado de sus versos,
un vástago me gritaba: “más emoción,
la risa nunca se desata en carcajada,
deja de conformarte escuchando las resonancias de mis legítimos ecos.

Sobrevolando tu agonía, como enjambre de serpientes
que se devoran desde el extremo, hallarás la nada que dejó mi voz,
mientras tu soledad se agrieta por la sombra de sus propias piedras,
convirtiéndote en escorzo sin volumen, arrinconado en esa cueva,
que confunde a plena luz la negrura con el misterio”.

Paloma Benito

lunes, 12 de diciembre de 2011

Sábado 10 de Diciembre de 2011


MAXIMO ENTUSIASMO

¡Ay! un plumaje de vuelo,
un candor hablándome la noche
y los extremos juntando hojas de ruta,
direcciones para envolver tu cuerpo de luciérnaga.

Sé que la canción es un va
porque ilumina los cabellos que viven al aire libre.
Un misterio susurra varios rostros
y los rumores con sus trabajos
advierten pendientes hechizadas
para llamar a la sangre,
cántaro de dios.

Y nos encontramos agrupados en la cabeza de un flirteo,
con un movimiento de palabra,
inclinando la estrella voraz,
buscando una vez más,
desenmascarar la lejanía.

Clémence Loonis

MÁXIMO ENTUSIASMO

Miró los barrotes
con los que se había acostumbrado
a medir el crecimiento de sus ideas.

Fuertemente agarrados por sus manos,
que siempre sentía más libres que su cabeza,
los hierros comenzaron a ablandarse
hasta hacerse dos paréntesis elásticos
entre sus ojos.

Pudo traspasarlos,
arrojarse al espacio inconmensurable,
vaciarse de viejas paredes
que cobijaban un sucedáneo del tiempo.

Toda su vida
se fundió en ese instante
en que se levantó
para sentarse a escribir.

Antonia López

MÁXIMO ENTUSIASMO

Sobrevendrán las pardas flores del otoño
y la lluvia nupcial de sus encuentros.
Usina que en tu garganta resuenan
las voces plurales de los hombres.

Siembra en tu campo yerto
el magro sustento de los bosques,
la tibia espiga que el alción desgarra
en la carne tierna de las aves jóvenes.

¡Vocal detenida, álgida sílaba,
que en la boca del viento silva!

Lleva a otros hombre este canto,
la fugaz andadura de una hoja
escrita con los metales del tiempo.

Ruy Henríquez
10 de diciembre de 2011

MÁXIMO ENTUSIASMO

El hombre aquel que por las noches lloraba su tristeza
se levantó una mañana y sonrió al sol.

El oro líquido de sus venas discurría apresuradamente
bañando sus interioridades de un lujo exterior
que nada tenía que ver con la luz o los colores.

Gritando en su desesperación silenciosa
vertía el rojo de su sangre sobre la calle
mientras su cuerpo iba tornándose gris.

El llanto del mundo en sus ojos
fue su máximo entusiasmo.
Después cerró los ojos
y se dejó caer en la fosa abierta
con tanto amor durante tantos años
y se abrazó a la tumba y entre sus brazos murió.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h

MÁXIMO ENTUSIASMO

Cuando aún los días se parten por su dureza
los dioses de las caricias rescatan gestos olvidados,
aferran su amargura a terrones de versos
y expanden sobre tu vientre playas de sol.

El entusiasmo sazona los sentimientos
en diagonales a nivel del suelo,
para que las huellas se eleven al cielo
como suspiros arrancados del pasado para volar.

Volar como una musa vestida de amapolas
que sin planes para mañana, ambiciona un minuto,
un silbido de espejo reflejado en el mar
una estrella flotante que baila con las olas.

Has venido de tan lejos que los párpados
laten entre ideas acristaladas
como gotas de luz conquistando el desierto
entre fantasías de palabras, oasis para el amor.

Sé que desapareces cuando te nombro
pero saltar sobre los muelles de tu nombre
amplia la mirada y las nubes se convierten
en un hogar que nos habita.

Magdalena Salamanca

MAXIMO ENTUSIASMO

Es como cuando estas llegando a la costa
y el amor se asoma entre las montañas,
parecido a una luz intermitente
y luego se desnuda para ti.

Igual que el sonido que susurra la tierra,
un rato después de haber abierto sus canales el cielo.

Parecido a ese calor que desprende el fusil,
cuando mira a los ojos del que será
el último muerto del día.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

Máximo entusiasmo

En insólitos sitios
fructifica
el clamor de los recados,
con más de 100 ojos labora
el “esto va mejor”
y enternecedora,
la risa,
boicotea las dudas.

Las vidrieras
pretextan
el santo amparo de lo amarillo.

Por abiertos giros
alumbran
los roces de los brazos.

El futuro
sorprende.

Juan Francisco González-Díaz

MÁXIMO ENTUSIASMO

En la selva,
las húmedas garras
de los depredadores del tiempo
tiemblan con sus propios sueños
hasta ser aniquilados
por la esterilidad de los cielos.

Conversaban con los muertos
sobre sus cenizas,
firmaron algunos silencios
y el cemento
comenzaba a endurecerse
sobre sus piernas.

Una raza inconquistable
se les adelantó en el camino,
las venas se desgarraban
como música para la sangre
y desde el futuro
vendrán a dar forma a la muerte.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sábado 3 de Diciembre de 2011


DON DINERO

¿Quién eres que cuando abro
los cerrojos de la puerta escapas?

¿Serás duende, o visionario
que con mis sueños juegas?

¿Acaso infiel testigo
de grandes desastres financieros?

Salvado estás de los infiernos humanos,
de los amores que produce el miedo.

Nunca descansas ni sueñas.
No te interesa si belleza o guerra.

Unos hombres te utilizan para el intercambio
otros para producir silencio.

Si basura lo que compras,
tu nunca estás en basurero.

Lavas tus manos en el fuego
y las pones a secar mirando
más allá de las nubes
donde no existe el tiempo.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h

Don Dinero

Tiene ojos para ser mirados
que nunca miran.
Tiene manos para ser tocadas
que jamás tocan.
Una piel inmensa que rozamos
todos los días y que nunca
nos devuelve la caricia.

Kepa Ríos Alday

DON DINERO

…y se enclaustra a pesar del arranque del nervio, toma un escollo de
viento, palpita en las manos del trabajo y fabrica destellos,
contorsiones impracticables, conversaciones en bellos rostros. Levanta
las dichas como se levantan las parábolas que acunan los mejores
versos.

Clémence Loonis

DON DINERO

A Evaristo Ros

Su nombre circula por las venas inmemoriales del metal,
redondeando las manos mordidas de los desheredados.
Su nombre aguarda secretamente en el último cajón
de una mesa de cambios, donde los amores se libran,
se escudan, se realizan, se despachan,
a veces, sin empeño.

Antonia López


DON DINERO

De arriba a abajo
ruedan tus círculos perfectos.
Sangre de los hospitales,
lección de religión en los colegios,
tenue partitura que en el renglón
afinas el crudo violín de la intemperie.

Por ti sonríen las señoritas
presagiando un abismo en tus silencios.

Banqueros del ocio y las elucubraciones,
bostezo reverencial que sopesa en su agujero
los números y el cálculo central de tus afectos.

Eros de oro, estaño y cobre
recubren todas tus relaciones,
haciendo realidad el tacto yerto.

Pasa el hambre
y finge no haberte visto.
Pasa el frío
concentrado en el hoyo brutal de tu mirada.

Tu sombra planea con tu ausencia
y sólo sabemos de ti
cuando falta el trigo en el granero.


Ruy Henríquez
3 de diciembre de 2011

DON DINERO

Empresario de civilizaciones,
paladín del regateo
ayer de plumas, pieles y caracolas,
hoy de metales, alimentos, y personas.

Poder deslizándose en cronómetro de designios:
de mañana ocupado entre cifras de leones,
a pleno sol brilla en escaparates
luciéndose en papel o en acetato
para resolver trueques de ojos golosos.

En sus fructuosas horas también se transforma en salarios
para que el hambre no se extienda
y su nombre siga viviendo de boca en boca.

Señor que no sestea,
extraño amo por salir sus siervos a captarlo.

Divino en las horas del ocaso,
patrono de casinos, barricadas del hampa, guerras y gobiernos,
acróbata entre las piernas de bellas y magnates.

Dueño de todos los pasaportes,
viaja a través de mil disfraces: opio, diamante o arte,
en esencia sólida, liquida o gaseosa.

Totem de esta glosa, el universo se pliega a su fuego.


Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

DON DINERO

Cuando no estás
me siento triste, sola,
abandonada por la vida,
envenenada de ausencia.
añoro tus colores.

La pasión, la locura,
la esperanza, el cielo,
la tierra y la sangre
recorren el mundo
de mano en mano,
de bolsillo en bolsillo,
lejos de mí,
lejos del corazón.

Cuando estás
la gente me sonríe,
me quieren, me quiero.
Siento tu tacto poderoso,
el sonido de lo posible
ahuyenta a los muertos.

Vivir, vivir
entre olores misteriosos.

Serpenteantes oquedades
desmiembran calificaciones absurdas
cuando me acompañas.

Magdalena Salamanca

ES COMPLETAMENTE ILÓGICO

Desde abajo,
se ven los movimientos sísmicos
que producen tus palabras,
la gota perfecta que humedece mis manos,
trabajo, pasión, esfuerzo...

Dejo mi cordura de lado,
para entrar de lleno al reino animal
y acompasar mis desvíos profundos
hacia ningún lugar,
cerca de tus labios.

Entierro una bocanada de aire frío
que recorre mi cuerpo
cuando las hadas de este reino
miran para otro lado.

En el patio de la vida,
me encuentro con la gente
que siempre va para adelante,
la cálida fracción de mis sentidos
hechos trizas por un impulso
por aquello que perdura
y aun no llego.

Es completamente ilógico decían
y, no paraba de reír
pensando en el minuto justo de tu voz
enterneciendo al mundo entero.


LEANDRO BRISCIOLI

Don Dinero
Verdean los azules
en las columnatas de los portales.
El rojo embadurnar del polvo
desgarra.
La luz hiere,
devolviendo el acre olor
de las majestuosas cajitas con marquillas.
Todo llega a la mitad del día,
anguloso,
bermejo sobrecogimiento de la vara.
Basta su nombre,
el simple nombre del bautismo.

Juan Francisco González-Díaz

DON DINERO

Se me olvidó a qué huele el infierno,
la luna envuelve en noche al cuerpo de los besos
y las flores crecen entre los escombros
con la fragancia brutal de tus piernas.

Castigan mi sombra con el mismo látigo
que fabricó Pincén
y con un martillo de cristal
derribaron las paredes del amor.

Guardamos las hojas escritas en tu alcancía,
junto a los escudos dañados por la distancia
y en nombre de los que nacieron sin tu voz
interrumpimos el amanecer.

No sé nada del eclipse ni de los huesos del alba,
solo sé que mi último invierno no se detendrá.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Sábado 26 de Noviembre de 2011


ES COMPLETAMENTE ILÓGICO

Se ha ido, no sabemos dónde,
ha desaparecido entre la bruma.

Ella es una fugaz ilusión,
una estrella caída sobre el mar
que limpia sus lágrimas con la caricia de las olas.

Magdalena Salamanca

ES COMPLETAMENTE ILÓGICO

Se dobla el horizonte en el pliegue de las estrellas,
que sin luz, hacen sombra sobre tu nombre.

Toneladas de cuerpos como palabras
deshacen las horas entre nosotros.

En el filo de una hoja muerta
arrecian tempestades,
desigualdades de todos los colores
desenfundan sus armas contra el enemigo.

Cientos de animales detienen el camino
gotas de sangre encharcan los mares
cuando las plañideras hacen su trabajo.

Es completamente ilógico
sacar una moneda del bolsillo
para cambiar el sonido del hombre.

Aplausos sin medida
zumban mis oídos,
cuando despierto, lejos de ti.

Magdalena Salamanca

ES COMPLETAMENTE ILÓGICO

A sabiendas de lo que hará Saturno,
seguimos engendrando a sus hijos.


Antonia López


ES COMPLETAMENTE ILÓGICO

Es completamente ilógico
que mis brazos se desangren en tus bolsillos
y caigan lingotes de palabras horadando tus piernas.

Mientras mi voz recupera su conducta
una señorita le suplica a los hombres
en la estación de Nogués
que la deshonren con su mismo billete.

Le ofrecí mi casa para celebrar su ardor
y ahí mismo su largo vestido blanco
se enredó en las vías del tren
agasajando el terraplén
con su humilde cuerpo envenenado.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Sábado 19 de Noviembre de 2011


AL REVÉS

Cada escalón inventaba tus brazos y era el fervor que subía hacia la
orbita afilando el encuentro con tus ojos.
A la noche, el amor se había acostado con nosotros y nuestras iniciales
pendían de una voz, alguna interjección que sitiaba el futuro.
Inalcanzable la letra y sin embargo volvíamos feliz a la tierra para
descansar en el blanco de la higuera.
En la puerta, celebrábamos los bordados, las idas y venidas del
corazón que se agujereaba en cada moneda.
Acatando de puntillas a las estrellas, la noche desnudaba los reflejos y
cada uno adelgazaba en una transparencia.
Cada alegría dibujaba la superficie; Tú, montando en un sueño, yo,
produciendo un ataúd al revés.


Clémence Loonis

Al revés

Perdimos la cabeza en el traspié de las palabras,
precipitándose al vacío
en busca de las curvas de un meandro sin mar.

Caídos del revés, esperamos percibir con nitidez todas las formas,
pero de abajo a arriba nunca llueve
ni en el sol se refleja el brillo oculto de tus zapatos.

Un paso más nos habrá convertido en acróbatas del tiempo,
que, desde un suelo sin raíces, elevarán los días
para poder hablar, esta vez, sin invertirse.


Paloma Benito

EL REVÉS

La primera vez le dijo el espejo:
“Te presento a ti mismo”

La segunda vez le dijo:
“Sé lo que me vas a pedir,
que sigas siendo el mismo”.

La tercera vez:
“Perdón, te leí al revés”


Antonia López

AL REVÉS

Establecidos los límites de tu cuerpo
las notas que sonaban deformes
discurren por tu piel como gotas de lluvia
sobre los cristales del tiempo.

Ya no será preciso encogidos rincones
de aguaceros violentos
ni desiertos de luna esperando algún muerto.

Cayó en el abismo el remolino de luz
que te nombraba, quieto.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h



AL REVES

En un baile de pliegues que dilatan el ocaso
manos distendidas deshilan una flor.

Un corazón helado revienta el iceberg
cuando el amante celoso ofrece el secreto de su amparo
y el cisne despliega sus alas sobre el oasis de cieno.


En el escenario se subleva Cronos,
el viento se agita,
el danzante recuerda que un día…siendo niño,
le dolían los pies de tanta andanza sin sentido
que unas manos crecidas le ordenaban.

Resolviendo que si su vida era dar vueltas
un revés al mundo y…
mejor en saltarín que a golpe de los dados.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

AL REVES

Esos pasos que oyes en el piso de arriba
son mis propios pasos,
los desherede una tarde
que se inclinaron al asesinato y la prisa.

En su locura
fueron diciendo que eran huérfanos,
y se armaron con la dureza del viento,
cuando rompe la única rama que nos sujeta a la tierra.

Al cruzarnos en la avenida de algún sentimiento,
giran la cabeza hasta creerme una ilusión,
cuando en escaleras horizontales nos reconocemos,
mueven sus labios hasta escalar la montaña que los salve.

A veces pienso si me equivoque,
si el sonido helado de los cuchillos,
no debió separarnos.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

Al revés
La música del violín,
de dos palos de escobas recortadas,
apuntala la barahúnda
de semillas,
bejucos
y tabacos.
¡La cabeza de este negro!
A ratos,
deja de ser el péndulo de un reloj.
Los vientos,
dentro y fuera de los pasos,
cargan
el saco agujereado
de des cuerdos y recuerdos,
de “Cañón”,
el hijo de Ana.
Juan Francisco González-Díaz
AL REVÉS

Escuché al fuego acercarse por los pasillos de tus manos
como scapolopendra intentando llegar a la orilla.

Quizá un barco en alta mar, cuando llegue al borde del horizonte,
despliegue sus alas y pueda regresar para contarlo.

La descomposición de la burla amamanta a los muertos de la rutina,
que se abandonan, entre fauces, lo amado.

Ladrón de ambiciones y prebendas, sepulturero de otras pasiones,
entraste sin apenas avisar estando sellada la posada.

¡Abandona la bravura! Muda la piel como si la magia atormentase tu planicie,
sé el canto del incienso columpiándose en los templos sagrados.

Inventa la conquista, sálvate del escarnio; planta una flor o vístete de libertad.
Animal o muerte te esperan a los pies de la cama.


Magdalena Salamanca

HIMNO A LA BAJEZA

Buscando el eco sangrante de la noche,
enciendo un horizonte cruel
que desvíe mi camino
para poder pertenecer
al reino del mal.

El aburrimiento, se decía,
es el segundo mal universal
después de la muerte
y, en ese vacío sórdido,
tomo las garras de la fortuna,
los bordes de algún deseo
y la espalda de alguna mujer.

Te mira el tigre,
él ya eligió su presa
y sólo queda esperar
que su banquete estalle
entre romances acompasados,
lágrimas azules
y violentas miradas que penetren
todo el sabor de la locura.

LEANDRO BRISCIOLI


AL REVÉS

Sucedió mañana, entre mis dos únicos dedos,
el perro jugaba con su garganta a desarmar el ladrido
en la jauría de los demonios de mi voz.

Afiolado y de memoria, recorrí cada rincón de tu perlado pecho
como si fuera la ruta donde volcó su aguijón, el viento desertor.

No te nombro porque mis manos no lo permiten,
te juego en cada partida y en cada regreso,
tus ojos de miel ahora endulzan el cuerpo que no ves.

A menudo suelo caminar hasta donde tu nombre se dejó caer,
veo entre la hierba el resplandor de las letras, violadas por el duelo del canto.

Aquí, en el centro de la muerte, te digo: voy al revés.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sábado 12 de Noviembre de 2011


HIMNO A LA BAJEZA

“¡Oh, mi capitán, mi capitán! ¿Alma grande,
grande y viejo corazón, a pesar de todo!
¿Por qué ha de ser necesario que nadie
persiga a ese odiado pez? ¡Vámonos de aquí!
¡Huyamos de estas aguas mortales! ¡Vámonos a casa!”

Herman Melville, Moby Dick

Había tantas cosas contra qué rebelarse…
Estaba la familia, con su abrazo de animal
amamantando a sus cachorros.
Estaba el amor y sus múltiple delirios.
Estaba la ciega, la sorda honra
con que te condecoran:
Para no dejarte hablar,
para no dejar expresar en libertad
los restos de humanidad que aún
quedan en tu alma.

De tanto inclinar la cabeza,
de tanto besar manos en las fiestas,
de tanto masticar la misma cena fría
te vas rindiendo en la pereza.

¿Quién quiere morir en soledad,
desafiando su destino?

¿Quién quiere, en altamar,
romper en olas su corazón,
saltar abriéndose al viento
como un arpón brillando
bajo la luz del alba?

¡Piedad! ¡Piedad!
Gritaba el condenado sentado a la mesa.
Esta historia se repite ya demasiadas veces.
Este ángel no sabe que guarda en mí un cadáver.
Llueve otra vez esta tristeza
y, sin embargo,
vendo mi alma como un cobarde.


Ruy Henríquez
12 de noviembre de 2011

HIMNO A LA BAJEZA

“Creo en ti, alma mía.
Pero el otro que soy, no debe humillarse ante ti, ni tú debes
humillarte ante él” (León Felipe, en Canto a mí mismo)

En caminante, sobre el plisado de los hombres
te paseas en atuendo inelástico,
vas quebrando la romana de los justos,
manejas hábilmente las claves del desprecio.

En comenta de burla, atraviesas fronteras
te complaces de huestes de ignominia,
tu risa es terremoto en almas de mesura,
galopas a caballo de una febril codicia.

Ocupas cualquier hueco de almas abatidas,
feliz en carcelero, gozosa en salones de poder,
eres virtud de cierta picaresca tú, bajeza,
y escribes la crónica del ser y su sonrojo.

Ana Velasco
Taller: sábados 16h.

HIMNO A LA BAJEZA

Por sobre los muelles y las cadenas
se afila la bruma
encandilada mitad que llama a la sal,
memoria.

Esa luz que transita en la sangre,
que combate sobre el cristal,
el reflejo de la muerte.
El único oro que desgasta su vocablo al erguirse.

Apuntar a la lágrima de la primavera
con las uñas de la derrota,
huésped sin depósito de cifras,
desliz insoluble que no vuelve.

Bajar a los cielos hurgando las pertenencias,
el insensato precio que enajena la batalla última.

Sollozo y abismo,
inasible ala que desespera.


Clémence Loonis
Taller 17h


HIMNO A LA BAJEZA
Me atravesó con sus dos antílopes de terciopelo,
casi al borde del equilibrio,
de la ausencia disparada sobre la mesa,
de la letra que busca un destino bajo la boca.

Al borde de una lagrima huérfana de cauce
y de coherencia a la hora del desayuno,
levanto sus banderas,
como un faro que hubiera perdido el mar en sus bolsillos,
como una espina que hubiera puesto en venta su arrogancia,
como el deseo imposible de explicarme
que todo fue por el beso que no nos dimos esa mañana.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

HIMNO A LA BAJEZA

Grita la toga un instante de justicia
ante la contundente sentencia al oprimido.

¡Qué bella es la locura en manos de la ley!

Sueña el padre con sus códigos
escritos por ecuménicos oradores,
pero la venganza alza su brazo
cuando la burla desnuda la noche.

No llore señor juez
¿cuántas veces su aire de hombre poderoso
enmudeció a los que cometieron el error de enamorarse?
¿cuántos asesinos, gracias a su mano diestra,
comparten conmigo el desayuno?

La justicia pide libertad
no quiere más habitáculos de madera noble
simulando la última cena,
ni voces populares
que opinen sentencias en sus ratos libres.

La justicia, fustiga la carne del juez en la intimidad
porque Dios, que puso ojos en todas las manos
y creó memorias a punta de dedo,
sabe que el hombre ni siendo padre,
sienta jurisprudencia sobre sus demonios.

Magdalena Salamanca

LA META

Tratando de llegar a ningún lado,
me atormentan las musas violetas
que llegan en forma de disparo
para entrar, de una vez,
en mi vida.

Intentando encontrarte,
olvido el punto de salida,
la cálida fracción de tus encantos,
lo sutil que habita tu piel.

Me doy vuelta y no veo nada,
el pasado no existe
y el futuro nunca llega.

Ahí, en la meta,
todo es empezar...

Leandro Briscioli

HIMNO A LA BAJEZA

Daremos paso a la palabra ingenua.

Prostituiremos la expresión libre.

Aplazaremos nuestro deseo.

Tendremos una vida de prestado.

Antonia López

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sábado 5 de Noviembre de 2011


LA META

Fue como si la luna
se posara en mi codo izquierdo
y abriera sus alas para mirarme.
No recuerdo otra cosa,
que el camino de sombreros de cactus,
el pincel que traía contadas las cataratas,
y aquel hombre al que le faltaba la mitad
de la palabra lluvia
cuando movía sus dedos ensangrentados.

Espero que ahora entiendan,
porque arranque todas las puertas
de la casa de muñecas
que guardaba bajo las tres y cuarto.

Espero que puedan indicarme
el sonido hacia la siguiente estación.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

LA HERIDA
Íbamos sofocando las lágrimas,
por la vereda de la ira
los crisantemos tenían un solo color,
la herida fue tan profunda
que tiñó todas las raíces
y hasta las piedras sudaban sangre.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

L a meta

Blanco sobre blanco
y una mancha diluida en el vértice izquierdo,
a punto de caer en mi propio laberinto,
queriendo alcanzar alguna meta;
ella, en un acto de generosidad, se acercó unos centímetros
hasta perder sus bordes. Luego, alzándose victoriosa,
se dibujó como una línea sola, sin mí.

Paloma Benito


LA META
Horas de soledad
Y nunca jamás
me sentí tan vivamente acompañada.
Invisible dimensión de un encuentro poético.
Machado, a pesar de muerto logras
que otros se acerquen a tus vivos versos,
que clavan en el alma
con la bestialidad de unos labios inmortales,
y de belleza etérea.
Duele, duele vivir si no es con poesía.

Montserrat Gómez

LA META

Atado de pies y manos
a voces infinitas,
apostado en la salida
que cuatro ángulos limitan,
como cuatro ángeles férreos
la comisura de mis párpados,
la meta me dará alcance
sin medir la distancia.

Antonia López

LA META

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?
¿Acaso saben ustedes dónde queda?

Quizá sea un escorpión con brios de nácar
revolcándose en el trigal el que, sin más, se acerque,
a la lagartija de dulce mirada
suponiendo que la corte del rey amparará su romance.

Pero, si salimos de las ácaros y las esporas por profanar la vida
y adentramos nuestras almas en el reino de Dios
¿cómo conocer su cara de ojo sin morir de miedo?

Podemos balancear los sentimientos,
contar los latidos del tiempo,
plantar un verbo en soledad
y regarlo con viñetas de humor,
quizá luzca el sol cuando la meta.

¡No, qué barbaridad!
Estáis llegando a lo más alto, os veo cabizbajos, sin aliento,
diseñando puntos de unión en el mercado de letras,
derrochando violentas pinceladas en planos falsos,
estructuras deformadas por el odio,
¡qué inestable el cariño cuando se compra a granel!

Un kilo de azul cielo pesa lo mismo que tus besos.
Un amante de hologramas fomenta las caricias
y ya no sé, si quiero llegar o esperar o
rendir homenaje a la paciencia que la meta esconde
allí, al otro lado del río, sentada con su guadaña.

Magdalena Salamanca


EL FUEGO QUE ARREBATO

Desde el umbral de mi piel,
recorro caminos infinitos
de amores y desencuentros
donde una mujer cae en mis sábanas
para poder sostener esta locura.

Se queman mis manos cuando tu voz
aparece como un caballo sin ley,
en las cercanías de mi cuerpo,
en la agónica oscuridad que me esclaviza
y en la cima que rodea toda esa pasión.

Tratando de encontrarte,
me pierdo en tu espalda,
me hago humo entre palabras
y caigo en el medio justo de tu ser.

Arrebato el perfume de tu canto,
la cálida fracción de tus pupilas,
el fuego sagrado que nos une.

LEANDRO BRISCIOLI


LA META

Sobre el cristal, ufanas se reflejan,
en blanquecinos bronces,
las claras cadencias de su nombre
y las múltiples regiones que le llenan.

Es una tumba en el aire desgarrada,
es un fulgor de hombre ametrallado.

Es un dolor que no sabe que su meta
es temblar y nombrar a cada paso.

Ella doblega la sombra
y despereza su alma de costado,
su pérfida costumbre de soñar
y ser cantado,
mientras poco a poco
en versos se deshace.


Ruy Henríquez
5 de noviembre de 2011

lunes, 31 de octubre de 2011

Sábado 29 de octubre de 2011


LAS AVES TIENEN EL AIRE LLENO DE MEMORIAS

Salgo a caminar entre palabras azotadas por la tormenta,
saludo sin afán de contradicción
a las aves que a veces fingen no conocerme.
Compro en el mercado de guantes disecados
un ramo de flores
y una lapida que pregunta por el próximo nombre.
Así paso las tardes,
como alguien que tiene un collar de latidos
en lugar de manos de oxido,
o las pupilas ensangrentadas
casi sin dirección aparente.
Me reinvento, te hablo,
vuelvo a esa tierra en la que nunca estuve,
y abro tus piernas amando el futuro entre nosotros.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

El fuego que arrebata

Donde la furia golpea mis sienes
sembraste de dolor las fragancias,
condenando sus pétalos arrodillados
al pie de una imagen, perdida en su reverencia.

Cómo tejer, Amor, con madejas de ebrios nudos
fugaces sombras de luz inclinada
para avivar ese fuego que arrebata,
besos como lavas, el perfil en movimiento,
un eclipse infinito que no sabe
de verdades caídas con la lluvia.

Abrazando estériles estrellas,
una nueva soledad cubrirá los deseos
para que hoy no me escuches sin partirte.

Como cuerda enloquecida
en el canto de una palabra,
antes de rozar el aire, seré siempre viva,
bajo el sol y su escarcha.

Paloma Benito


EL FUEGO QUE ARREBATA

Dejaré de escribir deprisa,
como ese fuego que arrebata por doquier,
la calma será el pergamino,
donde los versos creen doctrina.

Y esa mágica instancia escondida en mi alma,
satisfecha,
aprenderá a escribir,
con el llanto plata que presencia el estado de sitio de mi constitución.

Ya no tipificaremos conductas,
por que el verso todo lo puede,
todo lo imagina,
y hace estallar en momento de goce,
aunque sólo sea un instante.
Poesía magistrada del alma,
esa es tu jurisprudencia,
tu ley es humanizar.
Montserrat Gómez Plaza

EL FUEGO QUE ARREBATA

Cuando ningún viento
aviva las palabras,
en mis ojos se queman
los restos de tu piel.

Es el fuego que arrebata
tus promesas de mis manos
el que me abraza.

Antonia López

SIEMPRE SE NACE DE QUERERLO


Dentro del mirador,
ocurrió la escena de los patíbulos.
Manos para hablarle de ti,
trucos para salvarle a él
y cada vez se ensimismaba
aquella gente
aquella luz
donde retumbaban las flores.

Con los retoños del amanecer
franqueaban la alegría.

Varios sueños se afligían
por volar tan cerca,
querer iluminar la desnudez
con ásperas ilusiones
pero la invocación era tierna vida,
pasión de mirada en tus ojos vencidos.

Ay, el rojo canturrea su fiesta
y nace en el tiempo
de la buena muerte,
inagotable en su decir
en su férrea mandíbula
apóstrofo del rumor
donde pende el último sol.

Clémence Loonis

La primera soledad se siente en ellos

Si te alcanzara con mis sueños
y pudiera recorrerte hacia mí,
sintiendo tu cuerpo
como un acordeón de luces,
estandartes gritando libertad
y oyera emergentes sonidos
huir lentamente del abismo
circular de tus ojos
hacia el ácido desierto,
terminaría, en tus besos, con la muerte.

Si contuviera el aullido de tu vientre
cuando desde el borde de la página
exalta su caída a los infiernos,
coronado de siemprevivas
que perfuman la noche
y roen su espalda acuchillada,
mientras veo girar horas caducadas
que estallan como pasos de gigante
cuando en ellos se siente,
nacería, de nuevo, a la primera soledad.

Magdalena Salamanca

MIRADAS INQUIETANTES


Lo fugaz que rompe un desvío,
arranca tempestades nocturnas
donde las musas y sus acrobacias,
destellan fragmentos infinitos,
algo del sabor de tu piel.

Por eso, tomo vuelo
para aparecer en escena
con todas las luces
y, en esa paridad,
al mundo entre mis manos.

Se clava en mí un azul profundo
que revoluciona mis sentidos
y hace que los dioses de la canción,
caigan sobre mi para crearte
entre palabras.

Un trago de licor me obliga a recordar
cuando tus mañanas y mis tardes
se fundían como una tónica mortal
con olor de miradas inquietantes.

Y buscando alguna conclusión,
me doy cuenta que sin tus curvas,
estas líneas serian imposibles.


Leandro Briscioli

NUESTRO PATRIMONIO
Nuestro patrimonio es un abecedario,
amar desde la infancia,
balcones vestidos de geranios,
carlinas en las puertas,
chavales en las calles,
dientes que no rechinan por el grito del viento,
espadas destapadas,
fábricas de palabras para unir desacuerdos,
gentes en las tabernas echando un mus en justa,
haciendas tuteladas por músicos y orfebres,
infinitos borrados por un guante templado.

Jubilados tejiendo bufandas de cordura,
kilómetros de vidas puestas en sepulturas,
libertad conquistada con floretes de ley.

Llantos reservados para la ternura,
manos enlazadas construyendo linaje
normas para brindar el pacto de los pueblos,
ñoñeces esparcidas en cuentos de figurillas,
objetivos ardientes en letras de futuro,
pasiones derramadas por trocar aptitudes.

Quebradas reforzadas con argamasa de un siglo,
ritos perecederos que aún tienen sentido,
semillas cosechadas tras verdes primaveras,
tiempos escritos en renglones de mica,
umbrales alcanzados por voces de poetas,
valores enfrentados por un Ave María,
what, who, where, was, within,…
xilografías de estirpe que cualquier fuego arrebata,
yermos sacrificios,
zurcido de culturas con un rabioso hilo.

Nuestro patrimonio es esa estela que deja una paloma en busca del olivo.
Ana Velasco
Taller: Sábados 16 h.

EL FUEGO QUE ARREBATA

Con esa horca que repetía
una y otra vez la misma cabeza,
por error, golpearon mi frente
con el ataúd de los versos.

Les enseñé a mentir
y creyeron que sobrevivirían
a los latidos del poema.
Nada cambia pero todo es distinto.

Si no fueran tus manos las que me sujetan,
el fuego sería mi sombra,
late en un costado de mi cuerpo, tu cuerpo
y los fantasmas rozan cada noche la misma canción.

Espero por tu agilidad irreverente,
por un siglo de movimientos
atado a la guitarra que te nombra y te nombra
como si fueras la única cuerda de este viaje.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs

lunes, 24 de octubre de 2011

Sábado 22 de octubre de 2011


NUESTRO PATRIMONIO

¡Qué son nuestros!
¡Qué el mundo los trajo para ti!
No me oyes.

¡Eh, tú! Acércate, quiero contarte un secreto,
todo lo que ves es tuyo,
millones de hombres han hecho para ti, este mundo,
¿por qué lo desprecias? ¿no quieres agradecer
que la humanidad misma,
que todas las manos de todos los muertos,
que sus sonrisas y sus guiños, sean tuyos?

No seas rencoroso y lee,
vive un poco por ellos
desentierra sus nombres,
llora un ratito su emoción
y canta.

¡Eh tú! Resucita que estás dormido
dile adiós, hasta mañana,
aunque no esté, deja que sueña contigo,
déjale habitar tus noches,
que toque las membranas del ocaso
cuando, aún, yaces sobre la cama.

¡Eh! Despierta,
solo es un libro,
aun te quedan millones de tumbas
repletas de páginas por revivir.


Magdalena Salamanca


Nuestro patrimonio

Vivías en la penumbra de tu propia fortaleza
que ofrecía al mar sus secretos
pulidos con el ritmo tenue de las horas.

Te invoqué a los siete vientos,
haciendo mío nuestro patrimonio,
y una aurora boreal quemó tus labios
con el roce de mis versos.

El sol, deslumbrado por tantas palabras,
abrochó sus ojos, mientras cincelabas
cuidadosamente el sonido del viento
para construir un nuevo baluarte,
pero, volviéndose sobre tu espalda,
los verbos cayeron primero,
sin más días, noches o murallas.

Paloma Benito


NUESTRO PATRIMONIO

Nuestro patrimonio nos oculta,
disipa nuestra imagen
su renovada apariencia.

Como un espacio sin paisaje,
emborrona nuestro rostro.

Un lugar al que volver
para seguir mirándonos.

Antonia López

NUESTRO PATRIMONIO

Nuestro patrimonio
fueron sus palabras,
entretejidas en el aire
nupcial de la mañana.

Conversaba
con la flor ceñida de su talle,
con su plural color,
sus secretas
virtudes materiales.

Venía desde lejos
sonriendo en el lenguaje
activo de las olas,
trayendo en su boca
los modales
de una juventud
de acero y bronce,
los duros metales
de sus versos.

Cantaba al porvenir
de los encuentros,
al obrero callado y serio,
concentrando en su tarea
un amor que no se besa,
un amor que no se dice,
un amor que sólo se hace.

Ruy Henríquez

NUESTRO PATRIMONIO

Ayer llore toda la noche,
bajo un silencio que nunca había escuchado.
Desde que nací la tierra temblaba
ante el horror de sus hijos asesinados
y los que morirían a la mañana siguiente.

Entre disparo y disparo,
todo parecía olvidarse.
La ceguera cubría los edificios cotidianos,
lo imposible cerraba nuestra memoria,
la sangre secaba su huellas lejos de la ciudad.

Hasta el siguiente golpe,
cruel, arrogante,
certero mordisco donde la muerte volvía a matar
lo que quedaba de hombre en ellos.

Ayer llore toda la noche.
Con las armas que nadie supo usar,
con los disfraces de dioses encadenados,
prometieron quemar sus pistolas,
en una hoguera de palabras,
prometieron dejarnos en paz.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

ME MARCHO

Porque ya no queda tierra por llover,
las frágiles gotas de tu piel
se secaron con el viento del océano,
que cruzó las calles de tu último nombre.

Casi sin memoria,
me destejo en el invierno de la Boca,
donde corríamos tras una pelota descosida,
y los cuarteados labios de las niñas
amasaban el pan de las noches.

Mi corazón sabe rezar,
pero las oraciones caducaron en tu voz,
sin violencia pedías por favor que te amara
y rompías las sogas que te ataban al respaldo de la acera.

En el barro escribimos nuestros nombres
como si fuera para siempre,
en el árbol están nuestras iniciales endurecidas
como una partitura escrita
por los picos de algún pájaro cantor.

Me envenené tantas veces sobre tus labios
que ya mi lengua no convierte ningún verso
en manos forajidas, como las de esa guitarra
que bailaba sobre los cuerpos muertos.

Me atrevo a confesarte todas las mentiras sobre está tumba,
porque el verdadero muerto, está por nacer.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

lunes, 17 de octubre de 2011

Sábado 15 de Octubre de 2011


ME MARCHO

Cruzaré la puerta y, en alto vuelo,
ignorando los vaivenes del destino,
mis alas no cesarán de batir.

¿Quién no se maravilló alguna vez
al avistar lámparas encendidas
al otro lado del camino y, estremecido,
se apresuró a recorrerlo?

Me marcho para que las horas
no se duerman en la crisálida,
y para surcar, una vez más,
un mar de letras.

Antonia López
Taller: sábados, 16 hs


ME MARCHO

Sobre tacones de aguja
una mujer recoge su ligero equipaje,
ha esperado mil días para tejer su marcha.

Modelada para esposa fiel y madre incomparable
aprendió la lección de disciplina mansa,
en ese desempeño fue perdiendo sus alas,
arrojó sus disfraces de sultana entre focos
su voz se eclipsaba en un filo infinito,
en su entorno todo sonaba a abatimiento.

Cuando ya no pudo alcanzar la leve rama
que sostenía su orgullo,
buscó en el diccionario la palabra rechazo
y de ella fue sacando
las hélices de cólera que le robo la noche,
las alzas que hoy levanta para saltar la hondura
que se llevó sus sueños.

Ana Velasco
Taller: Sábado 16h.


YA ME VOY

En plena sombra,
sobre su silencio inundado,
he paseado con una costumbre,
perdidos sus años huérfanos de ramas.

Delicada como una fuente de jirafas sin oficio,
amante del vendedor de bolsas de nubes enfermas,
soñando siempre con la sequía de estanterías de esquinas antiguas.

Alguacil o aspirante a lo que queda del humo,
helicóptero o personaje submarino que come de puntillas..

Me contó como esta tarde de Enero
todos esperaban que diría una hora después de morir.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00


YA ME VOY

“Pero, ahora, mira, son sombras lo que empujas,
¿no has visto que son sombras’
Dámaso Alonso, “El último Caín”

Me figuraba que esto iba a durar mil años.

Los derroteros de la muerte,
la senda oscurísima que tus pies se afanan en seguir,
la profundidad obsequiosa y cruel
con que te persignas ante la fúnebre cohorte
que cruza cada tarde tu puerta entreabierta,
parecían las cuartillas periódicas
de una novelilla por entregas,
en la que el protagonista jamás se parecía a mí.

Qué suerte he tenido, pensaba en silencio,
haber nacido inmortal
mientras tanta gente
empecinadamente sigue muriendo.

Pero he ahí que tú también te empeñas en morir
y poco a poco te vas deshaciendo de tus cosas.

Ahora, entre el vendaval y yo, no queda nada
para enceguecerme de duelo.

Esa luz, esa oscuridad que fulge y se apaga,
ese resplandor que tu sombra me negaba,
es a mí a quien ahora retrata.

Esta novelilla, que con artificios alargaba,
toca a su final clavando sus nudillos en mi puerta.
Viene a seducirme con sus vagas promesas
de inmortalidad y truculentos rezos.

¡Qué falso es todo esto!
Tu necrófago ritual y tus lamentos.

¿Acaso no sabías que por cada verso,
el cielo pagaba un poco menos por tus restos?
¿Qué tu cuerpo poco a poco se quedaba en palabras?

Tantas cosas por decir,
tantas homéricas batallas,
y tú ahí esperando como un muerto,
que la vida nunca acabe para ti.

Ruy Henríquez
14 de octubre de 2011


Arquetipos insinuantes

Con la esperanza perdida,
entre matorrales de vidrio,
sangraban mis párpados
tratando de ahuyentar toda ceguera.

Los cuerpos mutilados
y la piel hecha estrías,
incapaz de volver a su forma original.

En nombre de la libertad
muchas curvas se extinguieron,
pero las alas de una gaviota
elevaron, torpemente, su vuelo
anidando arquetipos insinuantes
en el borde más opaco del sol.

Paloma Benito (17/9/2011)
Taller de Carmen Salamanca (16h)

lunes, 3 de octubre de 2011

Sábado 1 de octubre de 2011


El agua nos amaba

Una esperanza arrodillada
sobre la cúspide de tu cuerpo doblado,
deslizaba labios que creíamos eternos
por la estrecha ladera del viejo diván.

El agua nos amaba
hasta que comenzó a evaporarse
por cada poro de nuestras palabras,
confundieron los imanes sus extremos
y algunos átomos se arrugaron a destiempo,
borrando la forma que te sostenía.

Mil besos cayeron marchitos
en el envés de la tarde,
mientras aquella canción agonizaba
supurando destellos de menguantes lunas.

Pero antes de partir, veneré algunos versos.
Y mi goce salpicó de líquenes
el grito contenido en la corteza de tu voz.

Paloma Benito

EL AGUA NOS AMABA

Absorbidos por matices turquesas,
nuestros cuerpos abrazaron la transparencia
del líquido tamizado
por el selecto serrín de micas y cuarzos.

Hondas que andaban y desandaban en un baile arrebatado
descargaban su energía sobre dos torsos
entrelazados por el eslabón forjado con los índices.

La materia vacía de sollozos y baladros de jergones rotos
se dejaba acunar por la sinfonía atlántica,
el ojo del albatros recogió el brillo de esa balsa
flotando en la caricia del agua.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

El AGUA NOS AMABA

Llevabas tu sed envuelta
en la piel de viejas iguanas,
caminando bajo lentas nubes,
que ponían sobre tus hombros
su cuerpo atormentado.

Hay en estas fotografías
una dorada exhalación de luz,
una humedad, ligera en el aire,
inundando el corazón
de un mar que nos amaba.

Antonia López
Taller: sábados, 16 hs


EL AGUA NOS AMA



Veo el diente que no deriva tu nombre,
el sueño que advierte a la noche
que el agua ocurre en mi boca
tatuando colores y horizontes.

Con su hambre de sazón,
la belleza invita al giro de la cama
y sigue el ritmo de la muerte.

La ilusión, enmascarada en su lengua
no quiere acostar el final,
asalta la fuga y vive su catástrofe
como una piel perdiendo sus últimas eclipses.

En movimiento, invitadas por el diluvio,
sobre el borde del infinito, arranca la tierra
luces de pruebas, navajas para el amor.

Clémence Loonis


ESTO YA PASÓ

La tierra abraza mi estremecido llanto,
y me susurra al oído:
“esto ya paso”.
Vendrán otras noches,
de luces tenues y su cálido clima
cantará versos que incendien la pasión.
Y nuestro idilio tendrá otro lenguaje,
otras palabras y besos ardientes.
Y el amante extenuado quedará adormecido,
siendo testigo, el ocaso silencioso.

Montserrat Gómez Plaza


HAY QUE TOMARLOS EN SERIO


Ella se esconde en la tibia razón oxidada
que partió una noche de romances,
olvidos y silencios.

Los monstruos,
seguían durmiendo sus palabras
sin querer aparecer
en un ritmo voraz y acompasado.

No se entendía nada,
le dábamos la espalda
a la aurora que recorría
todo su canto.

Llovía,
y la humedad que se clavaba en mis manos,
no tenía explicación,
arremetía los desvíos propios
de un amanecer infinito.

Me empuja una pasión que desborda,
una rabia maldita que es incapaz de volver
y en ese movimiento sísmico,
me río de todo
y, ahí, tomo aire y me voy.

Hay que tomarlos en serio, me decían...


LEANDRO BRISCIOLI



EL AGUA NOS AMABA

Las paredes inundadas de una luz ocre,
están a punto de estallar
y caer sobre nosotros,
contagiándonos la lacra de la desesperación.

Los ojos de la gente,
sus movimientos ágiles de tristeza,
no señalan que el barco de una dirección,
anhela un cargamento de lagrimas,
para hundirnos en el puerto.

El aire, las sillas, el papel,
las nueve de la mañana y las dos de la tarde,
la maquina de café y el uniforme de día,
todo es ahora un hielo perfecto y desarmado,
que no sabe como hacer para seguir.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00


EL AGUA NOS AMABA

Con gotas de una lluvia indomable
recorrí la ruta azul de tu mirada.

Las ingenuas vertientes del amor
rompen los últimos rayos de cordura.

Tu aliento aún sostiene esa nota en el infinito
empapelando a gritos desde el océano,
la partitura de tus labios.

No habrá más tiempo para los silbidos,
di en todas direcciones que resucitarás.

Mis tímpanos detonaron en silencio,
mientras salabas las veinticinco horas de ese día
con tus ojos de mar.

Ya no me quedan fuerzas para rendirme,
imagíname entre las heridas del volcán
perdido por aquel encuentro.

El agua nos sigue amando
por las húmedas palabras
abandonadas en el zodiaco de tu piel,
el barro de las tildes endurecieron en tu rostro
arremolinando sobre tu voz.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

domingo, 18 de septiembre de 2011

ARTISTAS DEL VERTIGO- 17 DE SEPTIEMBRE DE 2011



ARQUETIPOS INSINUANTES

Epidermis de mujer amenazada por finos dientes de fieras hambrientas.
Complaced su insaciable calumnia, requiere armas de fuego y linaje,
protuberantes ideas han de debatir sus ansias entre azufres y flores:
nadie puede librar esta batalla sin descifrar el misterio de partir.

Ella se arrodilla victoriosa entre los senderos del alma
y cree encontrar respuestas insinuantes, plagiando arquetipos.
Ella, ave cautelosa, aplaude gangas de discordia,
siembra constelaciones de ilusión y luego, extenuada de dolor, huye.

¿Dónde se esconde el antídoto? ¿hasta cuándo porfiar la venganza?
Toma de Atenea su lanza y surca el jardín del minotauro,
decapita su faz taurina y ama al hombre,
entre sus piernas crece la belleza.

Han blasfemado tu nombre durante siglos
pero tus manos son la fuerza del futuro.
Encadenada al yunque, desafía al hierro, desnuda tu palabra
y contempla, desde el balcón, cómo mueren todos los arquetipos.

Magdalena Salamanca





ARQUETIPOS INSINUANTES

Buscabas una luz y tropezaste con la noche.
Bárbaros navegantes de insomnios
te hablaban de otros tiempos
donde el mar era purificador
y el sol un vago sueño.

Enmendaste el camino
creyendo salvarte de la muerte.

Los ojos acribillados
piden clemencia a algún dios
que, extraviado, no atiende.

Nada más que decir.
El tiempo produce sus querencias,
sus notas discordantes, sus miedos.

Arquetipos insinuantes
al pie de la montaña
reflejados en el espejo
al mirarte, desaparecen.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h





ARQUETIPOS INSINUANTES

Aceptar esa imagen que se destroza con un golpe de mar o de viento,
la piedra horadando hasta el fondo nuestro inusual retrato.

Más me valdría desdibujarme en otro y sus perfiles provincianos.
Aceptar esa derrota que me entrega su copa
para que beba en ella un vino fuerte y extraño.

Admitámoslo. Esa figura que se despeina en olas,
esa imagen erizada en cristales que se deshacen, a su vez,
para formar nuevas imágenes en infinitud de espejos,
son los arquetipos inusuales de uno que en mí
aún no llegó a la punta de mis dedos.

Déjalo volar, me digo.
Déjalo que él también siembre sus cabellos en el aire.
Deja que respire el oxígeno dulzón y embriagador de la noche.
Que él también se multiplique en desconocidos espejos.

Ruy Henríquez
17 de septiembre de 2011







ARQUETIPOS INSINUANTES

Tomó del espejo una verdad estática
que cupiese en la veta de una piedra
y el tiempo perfilara sus contornos.

Con la cadencia insinuante del viento,
hizo el movimiento preciso,
dio la espalda a unos ojos detenidos
y se puso a caminar.

Antonia López
Taller: sábados, 16 hs




ARQUETIPOS INSUANTES

Ella empezó a desnudarse sin pudor,
sin importarle la mirada de aquellos,
que le ponían colores lejanos,
rudos y áridos.
Ella comprendió que no había dos mundos,
arquetipos insinuantes,
descubierto su juego.
Emprendió otros caminos
que rompieron en pedazos las cumbres de las montañas.
Y así sus huellas dejaron fragancia a mar y verde.
Ella se fue volviendo poeta.
Ella soy yo.

Montserrat Gómez Plaza





NOSTALGIA

Nostalgia, esa prenda que sobra en el armario,
un tragaluz para enjaular quimeras,
pócima que no se empacha de aflicción.
Un golpe en la entraña de algún dado extraviado
donde orientar falsos recuerdos,
cárcel de bípedos con el alma curvada,
distancia infinita a un beso inabordable.
Ana Velasco
Taller: Sábados 14h.









ARQUETIPOS INSINUANTES

Se pueblan de carcajadas, de luz en el tallo,
de pruebas de misterio y cada contemplación
de la voz atardece en la cintura.

Cualquiera de los dos son escalofríos,
encuentros que parecen una despedida.
Mano de pradera contra la conciencia del espacio.
Borde de tierra donde se desprenden las insinuaciones.

Desnudos, sin espacio, midiendo el amor
con el rasguño de la soledad,
con la circunstancia que seca las alas
pido un precio para mi cabeza.

Dispuesta a encarcelar todos los golpes,
necesito convencer a la desaparición,
cantar la atmósfera
y atraer un giro para mi palabra.

Clémence Loonis
Taller Sábado 17hrs






ARQUETIPOS INSINUANTES

Vuelco hacia el vacío las palabras del encantado lunar,
que me visita en las noches de estrellas diamantadas
con una voz adolescente, que me da una lección de humildad,
sobre las húmedas baldosas del presente.

Tu ácida inteligencia me conmueve
a tal punto que el Marqués, de sádico,
sólo tiene entre nuestros dedos, un cálido olor amarillo.

Te vi y te reconocí entre los dientes, el único amor del viejo rayo de sur.
Los años son anécdotas fumadas por el dios de la lluvia
que empapa nuestros párpados en la despedida.

Ahora te sé mujer, llena de palabras y de pensamientos casi autóctonos,
rodeada con calles de tierra y techos de cinc,
concluyendo cada frase con un “Viste Pa”.

Sólo sé, que esta vez, renuncio a mi agnosticismo.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs

domingo, 3 de julio de 2011

REVISTA DEL SÁBADO 2 DE JULIO DE 2011




Lejanos ruiseñores

Bajo una inmensa
Cortina de humo
fluye una pasión,
pasión desdichada,
enloquecida por los huesos
partidos al viejo
horizonte.

Lejanos ruiseñores,
Vuelvan a encender
La llama oscura,
enredada y caigan lentamente
en el centro del amor.

25/06/2011 yolanda h







LO IMPRESIONANTE

Recuerdo versos sin edad,
actitudes respetuosas
levantando las piernas
de aquellos
que alcanzaron
el vacío absoluto.

Voces
en textos inmortales,
como planetas
en peldaños arbóreos,
despertando
multitudes impacientes,
líricas reflexiones,
ardiente nobleza
recordando a mis mayores.

Me mantengo
sujeto a medio mundo,
y en las alturas
imagino la concurrencia
saltando membretes,
arco iris indecible.

Tardes
en que recojo
ópalos turbios,
cumplo recorridos
sobre fuegos artificiales
y errores bizantinos,
clausuradas melodías,
silenciosa marea.

Jaime Kozak
Taller de los Sábados a las 13hs.





EN MEDIO DEL PECHO

En medio del pecho,
sobre la desesperanza que esgrime su costado,
al cansancio y a la prisa,
ambos en si quehacer vespertino,
que imita la forma del agua,
cuando guarda en sus bolsillos,
las noches donde hacemos el recuento de lo vivido.

En medio del pecho,
con los ojos gastados de soñar,
con las palabras secas,
como un ramo de nada,
que se resiste a morir.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00







En el medio del corazón.

Desenfada el recuento de los abrazos.
En la censura gravitan granos ocultos,
vencidos.
Ganancias tienen sus nombres.
La vuelta abre los recintos.
Devanea.
Nos damos de boca.
Discurren,
espejeantes,
los espacios.
Proyectan una acusada armonía.

Pícara,
provocativa,
que no se desnuda
como las otras,
como las demás.

Hay dedos que tejen
por dentro
y por fuera.
Ella
que ha aprenhendido
ahora conoce
como lograr las alabanzas.
La orquídea,
por fortuna,
es una flor de asedio.

Juan Francisco González-Díaz








EN MEDIO DEL PECHO

Palabras y cremalleras
se enderezan,
giran hacia tu pecho
como si fuese el corazón del amor.

Pero no, no están adelantadas al capricho
duermen sobre una historia que estalla
atrapadas por ese afán de desconocer el pasado.

En medio de tu pecho,
de espaldas al exilio,
a la piel, su perfume ama desesperadamente
la victima de la resina.

Juegan una partida de miradas
donde el destino es herida
y se consume, somnoliento
sobre los muebles impolutos del cuerpo.


¿Peldaños o escafandras?;
Las perlas de este collar
resumen la huida,
donde lo principal, tu pecho,
desvanece el horizonte.

Clémence Loonis
Taller Sábado 17h







EN MEDIO DEL PECHO

Alejado de toda humanidad
comprendo que el silencio
me estorba bajo la lengua
como una piedra o un tronco
derribado en la tormenta.
Hombre o yunque que resuena.
Talud de tierra hecho de sangre.
Mido la distancia que me separa
de tus diligentes dedos
y me pongo en marcha
como un peregrino
que hubiera perdido su fe
y en el clarear del alba
viera dilatarse la pupila del horizonte,
sintiendo en medio del pecho
los tres golpes con que el destino
llama a los que una vez
prometieron morir
persiguiendo una palabra.

Ruy Henríquez2 de julio de 2011





EN MEDIO DEL PECHO


Un cerezo crece a orillas del sur,
sus ramas son color esperanza
su voz un susurro de mar.

Un hombre y una mujer se acercan,
su sombra contonea formas nunca vistas
que hacen llorar al cielo.

Descubren las dunas de la noche
reptando deseos como vertientes iluminadas
que hacen correr sus aguas hacia horizonte.

Todos sus órganos despiertan al sol
que tímido abre la mañana entre caricias
aunque duerman, todavía, los delfines.

La mujer ha manchado sus arenas
mientras él hunde sus restos en las rocas,
divide el canto y sueña.

Después con un aspira vientos,
alzan banderas iluminadas
para que todos abran sus ojos a la vida.

Tratan de doblar la historia en pedacitos
para que nadie se quede sin su canto,
canto alado, virgen, fugaz: humano.

Magdalena Salamanca






LEJANOS RUISEÑORES

Nadando con mi traje de plomo
hasta la orilla de tu boca,
fui clavando mis rojos acordes
en la lejanía de tu canto.
Los ruiseñores que te acompañan
de verso en verso,
parten conmigo este gramo de luna
y vuelan alrededor de tus labios,
cual vidrio estallando desde tus latidos
invocando a los altos feretros
para saber de tu nombre.
Invoca a los melomanos dioses
y preguntales por tu voz.
Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.






EN MEDIO DEL PECHO

Allí quedó
en medio del pecho
atravesando pulmón y corazón
discurriendo tranquilamente por las costillas
encallada entre dos sílabas que no pronunció.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h





EN MEDIO DEL PECHO

Bajo un montón de piel desollada,
trinchera para el eco del espanto,
palpita un tambor callado.

Tras el goteo incesante del tiempo
en la espesa charca del silencio,
en medio del pecho
despierta el canto.

Antonia López
Taller: sábados, 16 h

domingo, 26 de junio de 2011

REVISTA DEL SÁBADO 25 DE JUNIO DE 2011


LEJANOS RUISEÑORES

No esperamos su canto,
pero cuando se alejan,
algo ocurre, inesperado.

No les basta nuestro pan,
ni el agua que les damos.
Nada sacia su sed.

Antes de alejarse,
nos dejan su canto.
Nadie abandona su lugar.

Antonia López
Taller: sábados, 16 h






SI CONOCIERAS LA PROFUNDIDAD...

Si conocieras la profundidad
a través de mis párpados,
te perderías
en zigzagueantes,
ciclópeos
insomnios, adheridos
a esqueletos,
creciendo
casi tanto,
como gestiones
de ministerios
y plumas
de corral
en la morería.

Y junto
al cordón de la vereda,
desapercibidamente,
un estanco
acaba de tragarse
a un hombre
distraído por la luna,
mientras asomaba
otro hemisferio,
girando
en sentido
contrario
a las agujas del tiempo.

La roja
lava cefálica
asoma
en hipertensos
latidos cósmicos,
por detrás de claves
metapsíquicas
en cantidades
de cornisas
mucho mayores,
que las reglamentarias
para encuentros
insustanciales
y afrodisíacos.

Jaime Kozak
Taller de los Sábados a las 13 hs.






LEJANOS RUISEÑORES


Como sin llegar y siempre a punto de irte
habitas lejanos ruiseñores, escritos en bosques pintados.
Algunos fueron sacados de libros de cuento
donde malos y buenos se educan a sí mismos.

Brujas con banderas piratas surcando el corazón de la bestia,
naves de espolones afilados con punta carmesí por la lucha,
pero tú, haces como si partir en dos la vida, fuera leyenda o mito.

Fingir barrer las olas del mar con una escoba de sueños
o maldecir sus devaneos bajo el manto oscuro de la noche,
saber o no la clave para seguir hablándole a las nubes cuando lloran,
sentir el peso de la ropa mojada bajo tus manos tocando mi piel.

Todavía yacen los recuerdos como mutaciones de hoy para el mañana.
Un aplauso discreto, amilanado por la inmensidad del mar,
que siembra la playas de gentes caminando la horas sin decir basta.

Aquí estoy ¿no me ves? tus pasos ya me han encontrado pero tú…
Tú te haces el muerto queriendo flotar entre palabras nunca dichas.
Aquí me tienes entre lejanos ruiseñores, a punto de irme, casi sin haber llegado.

Magdalena Salamanca






LEJANOS RUISEÑORES

Del alba rasgaban el aire,
con su canto,
lejanos ruiseñores.

Llegaban desafiando las costumbres
y los párpados cerrados,
la unción desgarrada y triste
que hacían del hombre
otro animal solitario.

Era un cristal rompiéndose con la luz primera.
Era un cantar que bautizaba con sus lágrimas la tierra.

Venían a despertarnos, a celebrar el día,
mientras nosotros seguíamos dudando
si entregábamos nuestros cuerpos
a las permutaciones de las letras.

Ruy Henríquez
25 de junio de 2011







LEJANOS RUISEÑORES

Dos ramas de olivo,
de la garganta a los ojos,
donde posa el buitre su desesperación.
Rodeado por la carne efímera del volcán,
a distancia y media de ningún lugar,
abre sus alas,
con la intención,
de seducir a la muerte.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00




LEJANOS RUISEÑORES


No se oyen los pájaros del jardín,
tampoco se escucha ningún surtidor en el fondo del patio,
un silencio atronador atraviesa las corolas del magnolio
aterrado por un erecto índice
que dispara sobre apellidos impronunciables.

En la acera adyacente se buscan escondites
para cobijar el canto de las plumas,
cedazos donde licuar lágrimas de solfeas,
un pecho para lacar la quimera del mundo.


Se despintaron los sentidos,
el bullicio llenó ciudades y alquerías,
mas las palabras de mil canas seguían sin luna
para maquillar sus ojos doloridos.
El delirio se cobijó en hornacinas sin premura,
pasamos medio siglo hasta rescatar jirones del espejo,
recordar el trino de lejanos ruiseñores

Ana Velasco
Taller: sábados 16h.





LEJANOS RUISEÑORES


En medio de tu tierra de semillas
cansada de tanto partir, susurro la lejanía.

Un sepulcro donde vive el silencio,
choca la luz y el vapor del encuentro.

Se llevaba colocar las formas
sobre las artimañas del cuerpo.

Escucho al gas que detiene el mapa
este pedazo de inquietud cotidiana.

Pido al vuelo una mirada distendida
una cintura que amanezca cruzando el espacio.

Clémence Loonis
Taller sábado 17h

martes, 21 de junio de 2011

REVISTA SÁBADO 18 DE JUNIO DE 2011




¿QUÉ ES UN POETA?

Un trémulo resquicio entre las horas
que se vierte como mujer de otro tiempo.

Hoja de cielo que nubla la razón
y recorre la piel de sus arenas
con los brazos tendidos, ciegos al amor.

¿Quién se oculta bajo tus dedos?
Nacer es solo una insistencia,
la distancia entre cabellos sombríos
y prematuros mechones de ilusión.

¡Siente poeta! tu misión es abrir los años,
enmudecer los comienzos entre soles y lunas
desenredar letras cuando la luz nace para ti
y, sin más, hacer eternidad sobre el blanco.

Magdalena Salamanca






POEMA

Vivíamos en esa tarde
que habías escrito para otros.
Nada sabíamos de la historia
engarzando sus delicadas manos
a tu versos.
Nadie quería detenerse.
Tu mirabas sin mirar.
Sin nombres ni apellidos,
cada uno elegía su camino,
mientras la poesía te elegía a ti.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00



FRÁGILES E IRREVERSIBLES

En la embriagada elocuencia
de prospectos medicinales,
cubro hazañas injuzgables.

Frágiles e irreversibles
son las alucinaciones,
donde las telarañas
se bifurcan
junto a tu imagen,
desdibujada
en arboledas vecinas,
atravesando parábolas.

Me alejo
de sensaciones
más allá del límite
solidario.
Por oficio,
despliego y admiro
la generosidad
en cambiar de piel.

Fuera
de continentes fósiles,
me precipito
en labios renacidos,
bailando ciegamente,
órbitas lunares.

Aupado en el viento,
retuerzo
como animal herido,
la furia
contra la tierra
golpeada,
vociferante.

Ato en corto
tu aliento,
arracimado
y burlón,
sobre espejos infinitos
que ningún mortal
puede asesinar.

Jaime Kozak
Taller de los Sábados a las 13 hs





¿QUÉ ES UN POETA?

Caja resonante,
agujero que en su voz se esconde.
En él todo resuena.

Luz y llama
que en el círculo de su boca vibra,
como un vacío que se descubre
en cuanto la lengua calla.

En el silencio,
en el hoyo plural de su aliento,
conocidas palabras se juntan
para enunciar lo nuevo
que en su unión se esconde.

Madera sonora, cuerda vibrante.
Así tiembla el poeta
al penetrar el cuerpo sonoro de su amante.

Ruy Henríquez
18 de junio de 2011





¿QUÉ ES UN POETA?

Me preguntas amigo ¿qué es un poeta?

Los versos lo designan: un corazón abierto,

un aleteo de libélula, un escultor de estelas…

También es el lienzo que destila el sudor del infinito,

el que pone su trino en el dorso de un beso,

la mano solitaria que sostiene la rosa.

Es el viento que sopla en un gaznate hueco,

un guante que atrapa el pliegue de un relámpago,

la lente que proyecta la insensatez del hombre,

el llanto del exilio que no precisa navío,

una hipérbole sobre un espacio cóncavo.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.






QUÉ ES UN POETA

El poeta se vierte en otras voces
y no queda atrapado en su silencio.

El poeta hace que una palabra sola,
en un solo verso, nunca recorra
un solo camino.

El poeta tuvo que robar
a los dioses para escribir,
pero no con letras de fuego,
sino para que su tinta
se hiciera ignífuga.

El poeta es un jugador
que nunca pierde,
pues nada ha de ganar.

El poeta es ese viajero
que sube a ningún tren.
Tal vez sea ese su destino.

Antonia López
Taller: sábados 16 hr







¿QUÉ ES UN POETA?

Es la sangre que corre
por el río de la ausencia.

Poeta es el que juega con fuego
y muere ahogado en la última partida.
Es el que grita:
¡Quieta noche!
Y el sol comienza a enterrar los cuerpos
en sus desmayadas manos.

Es el que pone en venta el amor,
donde los húmedos rayos de tu voz
se clavan, junto a las agujas de este viejo reloj
que dio tantas horas, al vértigo de los cuerpos.

Es el que entra por tu ventana
y huye con una máscara desafinada,
para no ser reconocido por el viento.

El poeta es un ágrafo para la muerte.

Adrián Castaño.
Sábado 16.00 hs.




¿QUE ES UN POETA?

Papel en blanco y pluma en la mano.
Palabras en orden o en desorden.
Suenan las campanas...
Replican con tanta fuerza,
que mis sentidos despiertan el saber
¿ que es un poeta?
escribir hasta que la mano se duerma.
Acaricio con fervor, la curiosa respuesta.
Llantos de sirena, envueltas en suspiros.
Atardeceres cerrados por la niebla y...
Un juicio justo a favor del poeta.

Yolanda h




¿QUÉ ES UN POETA?


¿Una determinación?

¿Una luz terca que dialoga con el próximo beso?

¿El extremo del aullido que envasa los labios?

¿Eres tú?

Más allá del viento en que retumba el amor,
afila el paso que adelanta los hijos.

Las garras del cuerpo soplan una última tentativa.

Amanecen ambas cicatrices:
La verdad y la sombra de tus ojos.


Clémence Loonis
Taller Sábado 17h