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lunes, 21 de noviembre de 2011

Sábado 19 de Noviembre de 2011


AL REVÉS

Cada escalón inventaba tus brazos y era el fervor que subía hacia la
orbita afilando el encuentro con tus ojos.
A la noche, el amor se había acostado con nosotros y nuestras iniciales
pendían de una voz, alguna interjección que sitiaba el futuro.
Inalcanzable la letra y sin embargo volvíamos feliz a la tierra para
descansar en el blanco de la higuera.
En la puerta, celebrábamos los bordados, las idas y venidas del
corazón que se agujereaba en cada moneda.
Acatando de puntillas a las estrellas, la noche desnudaba los reflejos y
cada uno adelgazaba en una transparencia.
Cada alegría dibujaba la superficie; Tú, montando en un sueño, yo,
produciendo un ataúd al revés.


Clémence Loonis

Al revés

Perdimos la cabeza en el traspié de las palabras,
precipitándose al vacío
en busca de las curvas de un meandro sin mar.

Caídos del revés, esperamos percibir con nitidez todas las formas,
pero de abajo a arriba nunca llueve
ni en el sol se refleja el brillo oculto de tus zapatos.

Un paso más nos habrá convertido en acróbatas del tiempo,
que, desde un suelo sin raíces, elevarán los días
para poder hablar, esta vez, sin invertirse.


Paloma Benito

EL REVÉS

La primera vez le dijo el espejo:
“Te presento a ti mismo”

La segunda vez le dijo:
“Sé lo que me vas a pedir,
que sigas siendo el mismo”.

La tercera vez:
“Perdón, te leí al revés”


Antonia López

AL REVÉS

Establecidos los límites de tu cuerpo
las notas que sonaban deformes
discurren por tu piel como gotas de lluvia
sobre los cristales del tiempo.

Ya no será preciso encogidos rincones
de aguaceros violentos
ni desiertos de luna esperando algún muerto.

Cayó en el abismo el remolino de luz
que te nombraba, quieto.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h



AL REVES

En un baile de pliegues que dilatan el ocaso
manos distendidas deshilan una flor.

Un corazón helado revienta el iceberg
cuando el amante celoso ofrece el secreto de su amparo
y el cisne despliega sus alas sobre el oasis de cieno.


En el escenario se subleva Cronos,
el viento se agita,
el danzante recuerda que un día…siendo niño,
le dolían los pies de tanta andanza sin sentido
que unas manos crecidas le ordenaban.

Resolviendo que si su vida era dar vueltas
un revés al mundo y…
mejor en saltarín que a golpe de los dados.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

AL REVES

Esos pasos que oyes en el piso de arriba
son mis propios pasos,
los desherede una tarde
que se inclinaron al asesinato y la prisa.

En su locura
fueron diciendo que eran huérfanos,
y se armaron con la dureza del viento,
cuando rompe la única rama que nos sujeta a la tierra.

Al cruzarnos en la avenida de algún sentimiento,
giran la cabeza hasta creerme una ilusión,
cuando en escaleras horizontales nos reconocemos,
mueven sus labios hasta escalar la montaña que los salve.

A veces pienso si me equivoque,
si el sonido helado de los cuchillos,
no debió separarnos.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

Al revés
La música del violín,
de dos palos de escobas recortadas,
apuntala la barahúnda
de semillas,
bejucos
y tabacos.
¡La cabeza de este negro!
A ratos,
deja de ser el péndulo de un reloj.
Los vientos,
dentro y fuera de los pasos,
cargan
el saco agujereado
de des cuerdos y recuerdos,
de “Cañón”,
el hijo de Ana.
Juan Francisco González-Díaz
AL REVÉS

Escuché al fuego acercarse por los pasillos de tus manos
como scapolopendra intentando llegar a la orilla.

Quizá un barco en alta mar, cuando llegue al borde del horizonte,
despliegue sus alas y pueda regresar para contarlo.

La descomposición de la burla amamanta a los muertos de la rutina,
que se abandonan, entre fauces, lo amado.

Ladrón de ambiciones y prebendas, sepulturero de otras pasiones,
entraste sin apenas avisar estando sellada la posada.

¡Abandona la bravura! Muda la piel como si la magia atormentase tu planicie,
sé el canto del incienso columpiándose en los templos sagrados.

Inventa la conquista, sálvate del escarnio; planta una flor o vístete de libertad.
Animal o muerte te esperan a los pies de la cama.


Magdalena Salamanca

HIMNO A LA BAJEZA

Buscando el eco sangrante de la noche,
enciendo un horizonte cruel
que desvíe mi camino
para poder pertenecer
al reino del mal.

El aburrimiento, se decía,
es el segundo mal universal
después de la muerte
y, en ese vacío sórdido,
tomo las garras de la fortuna,
los bordes de algún deseo
y la espalda de alguna mujer.

Te mira el tigre,
él ya eligió su presa
y sólo queda esperar
que su banquete estalle
entre romances acompasados,
lágrimas azules
y violentas miradas que penetren
todo el sabor de la locura.

LEANDRO BRISCIOLI


AL REVÉS

Sucedió mañana, entre mis dos únicos dedos,
el perro jugaba con su garganta a desarmar el ladrido
en la jauría de los demonios de mi voz.

Afiolado y de memoria, recorrí cada rincón de tu perlado pecho
como si fuera la ruta donde volcó su aguijón, el viento desertor.

No te nombro porque mis manos no lo permiten,
te juego en cada partida y en cada regreso,
tus ojos de miel ahora endulzan el cuerpo que no ves.

A menudo suelo caminar hasta donde tu nombre se dejó caer,
veo entre la hierba el resplandor de las letras, violadas por el duelo del canto.

Aquí, en el centro de la muerte, te digo: voy al revés.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs

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