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viernes, 6 de julio de 2012

Sábado 9 de junio de 2012


UNA FLAQUEZA DEL CEREBRO


En línea recta, más allá de la telúrica simpleza de la agonía
que proclama hombros encogidos y cabeza ligeramente inclinada,
sin contemplaciones ni preguntas que me interroguen,
con los nudillos bien afilados y el báculo ofrecido al universo,
fortalezco mis piernas con repeticiones constantes de palabras
que sin dudar, destruyen una flaqueza del cerebro.

Maltratada y perseguida por el odio y el amor,
desobedezco las canciones que desde la cuna
mecieron con intransigencia, un lamentable aviso de debilidad.
Ciega y malherida por cada colibrí que quiso ser tenor en mi vida,
testifiqué ante altos tribunales la codicia, recé por la paz,
sin embargo, la batallas no cesaron nunca, hasta hoy.

Hoy aquel prodigioso gesto maternal, aquella caricia casi incestuosa,
toman distancia de mí alma, por decisión propia.
Separo al espanto de mis hermosos ojos color paraíso
y aprieto entre mis manos flores nuevas de intensidad diversa,
y vuelo, hábilmente, sin las cadenas del “no puedo”
en un mundo que se abre al regazo de la poesía.

Magdalena Salamanca

UNA FLAQUEZA EN EL CEREBRO

Con las manos partidas por tantas raíces que no duermen,
se abrieron los pensamientos en olores desteñidos
y algunas ideas atravesaron corazones maniatados
a la columna donde cada palabra lloraba dos veces.

Entre números imaginarios, la elipse seguirá su curso,
expandiendo fábulas, con la carne pudriéndose de lealtad.
No fue más que una flaqueza en el cerebro, ante la esperanza
de nacer entera, frente a las sombras, para tatuar otros cielos.

Paloma Benito

EN ESTOS ESTADOS

En estos estados:
cuando la noche se abre,
y una lámpara parece
atravesar tu pecho,
algún libro también se abre
a su misterio.

Pero yo no veo nada,
todo me lo cuentas tú.

Antonia López

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