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viernes, 6 de julio de 2012

Sábado 12 de mayo de 2012


VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA NOCHE A TRAVÉS DEL OSCURO PALPITAR

Ataviados de dioses y de negros, conducen al rebaño
por la colina apuntalada, con el rostro prendido de hojarasca
y sin formas que ahuyenten a los lobos.

Ellos avanzan, disimuladamente, hacia el abismo de la noche,
nos miran construyendo el cielo, a través del oscuro palpitar,
con los vasos derramados de gélidas cifras, asaltando la coartada de la verdad.

Hemos implorado que no nos devoren del todo, que, entre colmillo y colmillo,
una tregua rompa este ruido que arranca nuestros oídos de sus amapolas,
en el plácido aljibe donde canta la corola de un recién nacido.

Hemos prestado la angustia de nuestra boca, a un cielo que caerá
en el mismo instante en que el suelo componga sus pedazos,
con los dientes endurecidos como penas y la lava exhalando por venir.


PALOMA BENITO

VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA NOCHE,
A TRAVES DEL NEGRO PALPITAR.

Ahora la tarde libre esta libre,
las vocales se van al placer
a jugar como estrellas
y mi mano, en su grito posible,
construye el cielo cada noche.

Años y figuras alertadas
convocan un “ven conmigo”.

Quien lleva el nombre de conocerte
me acompaña como adversario en mi alma.

El hambre se acuchilla,
sólo se extiende el martillazo que escucha
la diferencia,
cada gravitación con su dosis de amor.

La velocidad me ha dado en pleno corazón
y mi historia se cuenta con los dedos.
Un viejo alambre aparta las estrellas
cuando les duelen la esperanza.

Se dibujan los escalofríos buscando un trampolín
pero esta la tierra y nadie contesta.

A solas con los sonidos,
aparté la primera persona
y me caí en medio de la atmósfera.

Somos ese chasquido en los dedos de todos
y el plato esta vacío;
mi pan absorbe la lejanía de cada día.


VAMOS CONSTRUYENDO UN CIELO

Vamos construyendo un cielo
lejos del vuelo bajo del cuervo,
con la profundidad del carbón,
con lo que tenemos más a mano,
nuestras propias manos.

Con la constelación azabache
del toro, que comparte silueta
con el algodón de las nubes,
vamos construyendo un cielo
a través de nuestro palpitar.
Antonia López

VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA
NOCHE A TRAVÉS DEL NEGRO PALPITAR

En ese abismo donde late el miedo,
las dudas redoblan las campanas.
Encrucijadas y sortilegios
sombras negras atadas al raso de la noche,
aúllan en un nuevo amanecer.
El llanto agónico,
de una noche de verano
se duerme en el aliento de un nuevo palpitar.

Montserrat Gómez Plaza

VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA NOCHE A TRAVÉS DEL NEGRO PALPITAR.

He unido renglones de cielo en abisales zumbidos otoñales
desatada de soliloquios amanecidos en algún escritorio:

Corren tiempos de cautela para las almas más pletóricas.

He pactado sonrisas con sauces llorones y lagrimales hambrientos
y la noche consternada en estremecimientos casi humanos
ha cerrado paso a las estrellas, para los ojos del mundo.

Vamos construyendo el cielo cada noche a través del negro palpitar
creando claudicaciones desde cadalsos barnizados de oro,
la horca ha sido tallada a mano por los doctos del amor.

Pinceladas como vientos que se dibujan en la memoria
disipando tentaciones virginales sentadas de la derecha del padre,
al costado de un futuro escrito en idiomas esperpénticos.

Hay tumbas que se iluminan entre los esqueletos más nobles
hay cementerios de hombres deambulando calles de ilusión,
hay vísceras reverberando sonidos de una sed insaciable.

Siempre hay un hay que gime alzamientos de algún placer desconocido,
siento el aullido de la muerte en cada palabra, en el ciego resorte de un milagro,
hay millones de versos arrodillados que claman un instante de piedad.

Magdalena Salamanca

VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA NOCHE, A TRAVES DEL NEGRO PALPITAR.

Vivo en una ciudad,
donde las alcantarillas alargan su mano
y lloran de un ala los pájaros,
y el cielo por no mirar
finge no habernos conocido.

Vivo en una ciudad
donde el latido mueve los ojos de lo eterno,
donde el aire es pesado y gris,
donde la casa es una guarida.

También vivo en una ciudad,
de calles como versos,
donde la gente habla
y el futuro aún respira.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00

NO PASA NADA

Caminando sobre un asfalto gris,
veo los árboles caer
en los bordes rompientes del destino.

Cada paso
es una pequeña situación desesperada
que me conduce a la sagrada oscuridad,
el reino por excelencia de la locura.

Trato de no pensar,
de no ver mas allá de mis ojos,
y me dejo llevar por ese hilo sangrante e infinito
que me conduce al final de mis mañanas,
ese lugar sin sonido que aturde mi corazón.

Al llegar me digo:
no pasa nada,
algo tiene que morir,
para que algo pueda nacer.

Leandro Briscioli


VAMOS CONSTRUYENDO EL CIELO CADA NOCHE A TRAVÉS DEL NEGRO PALPITAR

A Eduardo y Laura

Voy sacándole punta a las balas
con las que disparar a la muerte,
pero el negro cielo no espera y se ilumina
con la llegada de un nuevo, pequeño sol.

Debo aprender a convivir con los vivos,
ahora que todo se destruye
porque el infinito dolor de los ángeles,
fue incapaz de cortarle las alas
a estos padres del amor.

Mis manos pesan esta noche
tanto como las lagrimas derramadas de mis hermanos.
No conozco esa primera vez
pero siento un inexplicable vacío en mi sangre.

Las cuentas del rosario se caen mientras te rezo
y duermo para poder soñar ese abrazo
que tanto quiero darte, hermano querido.

Ahora, toca aprender a vivir, también con los muertos.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs

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