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domingo, 17 de octubre de 2010

SÁBADO 16 DE OCTUBRE DE 2010






EL ALBERGUE


El albergue suspira su fraude,
lenta velocidad para alcanzar el cuerpo.

Carne maliciosa donde
el humor retumba sin derretirse.

Apela la voz,
la garganta gime
y esa camisa escribe
sobre la piel
su letra dura
su llanto doble
un movimiento esparcido
para salir de mí.

Clémence Loonis
Taller Sábado 17h





EL ALBERGUE (de Dios)

Se contiene a sí mismo
atiborrándose de hospedajes
entre el Malecón y la tuba,
siempre que se pueda
y ostente previamente
aires de trombón.

Se esconde y se des-esconde
en láminas de cielo,
allí, en lo alto,
donde la tos enfurecida
de una pálida abuelita,
anuncia su muerte.

Sal, no albergues tu miedo
en silenciosos huecos,
ayúdanos a seguir.
Mañana, camino del sol,
registraré todas las estrellas,
por si pudiera encontrarte.

Magdalena Salamanca







EL ALBERGUE

Las dalias se ensombrecen cuando no estás
y abedul hace aguas cuando lo riegas día y noche
y ni siquiera te das cuenta de que está,
plantado desde hace siglos,
a la orilla de ese lago giratorio
al que regresas por primavera
como los patos o los pingüinos
que nadan o se zambullen
sin importarles mi estado de salud
o tus amores intempestivos y cotidianos
con que saludas y te vas.

¿Sabes el secreto?
El verde de los bosques
se arquea frente al viento.

Llegaste del invierno más frío,
de la congelación extrema,
y ahora quieres que un sol te sostenga
colgada de sus rayos y dormida soñar
que no existe el miedo,
que las guerras terminaron,
que el amor es ese estandarte
con el que caminas ligera
y que sólo sirve para hacer el amor.

¿Sabes el secreto?
No hay albergue para la algarabía
que brota de tus labios.

La vida está aquí
en tus manos y en tu piel
en los espejos entre los que te escondes
y allá, en algún cielo inesperado, en un adiós.

Es preciso partir, abandonar desérticos horizontes
y asentarse donde el verde de los bosques
se arquee frente al viento.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h







EL ALBERGUE

Desde la epidemia,
que corre por los ríos
que cortan mis huesos,
lanzo mi voz,
sombra ajada sin parpado,
mañana huérfana de pájaros.

Desde la inocencia,
sin árbol en la palabra,
sin sombra en el sonido,
vengo a alojarme,
en tus comienzos,
de herida sin vestido que la baile,
de témpanos de espuma,
del adiós que adivina tu porvenir.


Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00






EL ALBERGUE

Sinuosa avanzaba su escalera,
en la negra urdimbre de las sombras.
Era trepar por sus pasos celestes,
su agitación de sexos indomados,
la curva extática
por la que se desencadenan
las manos hambrientas,
los muslos huérfanos,
la alta cerviz de sus entrañas.
Paseaban en el dulce perfil de su mirada,
agrestes tierras despojadas,
besos agrios de malestar enamorado,
voluptuosas palabras pronunciadas
quedamente al compás de un ritmo
de dolor y de sangre.
Su voz era el albergue
de torrentosos ríos olvidados,
el negro caudal de los años
suspirando en su aliento,
en su jadeo de hembra
liberada de espantos y de ruegos.

Ruy Henríquez
16 de octubre de 2010






METALOIDES CÍVICOS

El mimbre de tu piel
atraviesa oxígenos,
florecidos corchos
que interrumpen
mi encuentro
con alguna voz.

Quiebro la noche
en tímidas legumbres,
mientras despierto
a mi sombra,
jugándome
actos venerables,
otros epitafios.

Si estimara en conjunto
la casa viva
de tu queja a destiempo,
sabría acercarme
a la majestad
de tu índice escarlata,
mansedumbre
de mosca ardiente,
prendida
del gran átomo de la ignorancia.

En tal caso,
este cerebro mío,
oculto bajo un sombrero,
exigiría
infaustas analogías
que, a veces,
con dudoso exito,
sacrifico
a metaloides cívicos.

Jaime Icho Kozak
Taller de los Sábados 13 hs.






ESTRUCTURA

Con ese tesón que poseen los antílopes
el hombre cimentó acueductos,
atravesó los océanos, subió a la luna.

Tenacidad y empleo como argamasa
que fundía la historia ¿Cuánto poderío?
Cambió catedrales por cónicas figuras
empeñadas
en cosquillear el ombligo del sol.

Algunas torres cayeron.
Algunos muros sellaron falsos habitáculos.
Pero él, albañil del progreso,
no se detuvo ante los destructores del movimiento
esculpiendo en su abstracción,
una estructura
que traspasó su mera contumacia.

Ana Velasco
Taller, Sábado: 15 h.





CASTIGO EXCESIVO


El día se encoge de hombros,
de sus labios escapa el color,
si vuelve ese paisaje de hielo,
envuelto en violetas espigas.

Es un castigo excesivo
despertar en la penumbra
que siega los primeros rayos.


Antonia López
Taller: sábado 15:00 hs





RECOPILANDO EN LA DISTANCIA

Reposando sobre un tango,
lejanos al cuerpo de tu voz,
albergo cánticos nucleares
que desfilan por un pasillo sin fin
hasta el ocaso de todas las vanidades.

Pifiando en algún porvenir mediocre,
trato de escalar entre vocales azules
hasta la cima del dios universal
y desespero cuando me doy cuenta
que en esa altura, no hay nada de nada.

Por eso, te busco en algún acorde,
alguna melodía, algún llanto de niño,
en un ave imperial,
porque de esta manera
podré caer rendido ante esa inmensidad,
violando todo protocolo,
absorbiendo directamente el río
que se encastra en tus ojos.

Mañana, al despertar,
volveré a pensar en el futuro
y así, seguir creando del pasado
lo que viento desprende
a velocidades extremas.

LEANDRO BRISCIOLI

2 comentarios:

  1. Parece que el futuro está aquí, dejándose caer entre las letras de esta revista. Se agradece la lectura durante la semana. Gracias.

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  2. .

    encantó todo lo que leo.
    Enhorabuena.

    silvioafonso.





    .

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