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jueves, 1 de marzo de 2012

Sábado 25 de febrero de 2012


EL MISMO PODER

De un vertedero rescató el charlatán
el viejo crecepelo que haría brillar
las ideas de los congregados.

Todas las mañanas, ante el espejo,
se prometía ser tan feliz, al menos,
como todos aquellos infelices,
que nada sabían de escritura
prescriptiva, ni de falsos prospectos.


Antonia López

EL MISMO PODER

Estuvo en mis manos el poder.

Fugaz la brisa rozando el mar,
encontrando en la espuma,
las olas de tu corazón.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h

EL MISMO PODER

Tiene el mismo poder que un salvaje encaramado,
el desamor es un caldo envenenado
carcomiendo la médula del sentido.

Arrastra celos en cascada púrpura
quejoso, no sabe negar a sus antípodas
y salpica su regazo de nostalgia.

En el delirio:
un gato negro mordisquea los besos descosidos,
la impaciente urraca recoge las deshechas alianzas.

Ah! Enquistada bondad, clemencia taciturna,
no le maldijiste a tiempo y ahora,
el silencio de una nota
desafía el vértigo de mi deseo inalcanzable.

Ana Velasco
Taller: Sábados 16h.

EL MISMO PODER

Huyendo de la flor del recuerdo,
llego a ti, un año más,
para escribirte unas líneas
que me alejen del dolor,
casi inexistente, casi perdido,
de tu ausencia.

Un año más para el calendario
que te nombra cada 25 de febrero,
como voz alta y clara,
con firme tono de lejanía,
con algún quizá, todavía,
suplicando respuesta.

No quiero llorar las ganas de callar este poema,
ni decir simplemente: Hoy hace 9 años
que tu nombre se nombra en el silencio de la noche
como un silbido sordo penetrando los días,
que omiten tu presencia.

El mismo poder que te puntúa
en el tiempo del abismo,
hoy trae a mis manos
la pasión por la vida,
el amor y la escritura.

Magdalena Salamanca

EL MISMO PODER

Hoy he luchado con las vocales más bellas,
no hubo ayer.
Esparcidas sobre el destino
como un imán que se balancea,
borran las celdas donde la pieza que gira su tierra
se espanta sin humano.

¿Acaso existe una lluvia de estrellas
que viene a reconocer la felicidad,
que destrona el poder,
la que nace extraída de un color de barro?

Sé que el tapiz hay que jugarlo,
que las bocas se abren hasta los pies
cuando escuchan al cuerpo llamar
su distintivo vuelo límite.

Hay una brecha de día, una promesa feliz
pero nadie recuerda el calzado que llevo la idea
a tocar fondo,
a echar raíces sin que el ahogo clasificase
el borboteo que siembra mi mano.

Donde habrás ido mundo, cuando viajas solo
y que tu corazón es una puerta batiendo las alas
frente a cualquier vida.

Como no puedo ponerte en mi boca
como una desilusión,
apago todas las llamas.

Construyo en esa esquina nublada,
escribiendo en tu nombre,
las silabas que guían mis pasos.

Alcanzaré tu infinito,
ese lago que nos une como el mar
y nos acuesta juntos en una frase
un horario donde puede reinar tu sonrisa.

Quiero ser tu y yo y las grandes capitales
tu repentino olor a espejo,
tu ruta inesperada que ensancha tu espalda,
despliegue del día
la voz que reconoce la voz
la vacilación del mundo.

Clémence Loonis

El mismo poder

Los últimos serafines han sido despedidos,
con los plumajes revueltos
y sin volver las espaldas,
elevan las mirada.

Por telefax se enteran de las cesantías
no dirigidas a ellos.

Una más entre las recientes noticias.

En las excelencias del purgatorio
cansa el ritornelo del verbo.

Los artificios de las geniales soluciones
aparecen
y adiós dicen,
en las miradas de los otros.

De todos los puntos claman las urgencias.

Los obsoletos nepentes de las castañas de María.

A escondidas, por las noches,
salen los roedores.

Todos nos tornamos secundarios.

Juan Francisco González-Díaz

EL MISMO PODER

Dejábamos caer los siempres,
a veces en el vuelo
y otras veces en la selva
donde se refugiaba el canto de los pájaros.

Te escondí entre los besos
mientras improvisaba
un cielo con mis manos,
hablábamos sin parar
como si el cuerpo de las estrellas
se desnudara de luz hacia la noche,
donde la única oscuridad era tu voz.

Siento el dolor de mi memoria
y caigo como letra torcida
en el renglón de tu belleza.

El deseo se hace canción en tu boca
y miles de almas dejan de deambular
porque encontraron su dolor.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs.

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