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domingo, 22 de mayo de 2011

REVISTA DEL SÁBADO 21 DE MAYO DE 2011





DESCANSANDO EN MI REGAZO

Te veo ahí, descansando en mi regazo,
como un cachorro de ojos de nieve y piel de primavera
y siento la necia virtud de amarte
dibujada en tres realidades distintas,
que se propagan en despedidas,
como lumbres que se tienden en infinitud
sobre la desierta rama del espacio.

Escucho tu aroma a poniente como puñal
que hace sombra en travesías que exhuman,
con el aplauso de la máquina, la mejilla del universo.
Mezclados en el mañana habitas la tierra,
en olas de días rodeando débiles texturas,
de libros que se deshacen, clamando un final.

Genocidio atestiguado que concede negros vientos,
que alzan banderas de fechas, lanzadas por Dios.
Grabados entre las sienes, refluyen maratones de odio,
que anuncian treguas donde contemplo esbeltas penumbras,
ácidas metamorfosis estrenadas para la ocasión.
La vida es un telón de sueño, adelantado de la muerte.

Magdalena Salamanca





Descansando en mi regazo.

Enervado.
Hecho un papel de fumar
y sin poder volver la cabeza
desentona.
La garganta no alcanza.
No escuchas.
Has extraviado la ruta.
El sesionar de los cónclaves
destroza los teléfonos.
Nadie escucha.
Por ti preguntan las ausencias
que no abren las puertas.
Es angustiosamente sola
la soledad.
Con las manos fabrico los caminos.
Las entradas.
La pubertad retorna
frustrante.
El rumor de la risa
ronda
orea
en las crecidas veredas.
Húmedos
los ángulos
claman de deseos.
Duele
el no tocarte.

Juan Francisco González-Díaz







OTRAS PASIONES

De fuerzas poderosas
hablamos,
gestadas
en las cimas del futuro
y los pasos
precipitados de la tarde,
en bello estilo
inundando la pleura.

Sostuve
la crudeza,
sin nombre
de tu olor,
guiándome
en la oscuridad.

Laberintos
en páginas vacías,
bordeando
pieles renovadas.

Hablamos
lenguas de Babel,
y en mis ojos
-como láminas flexibles-
despierta
el olor
de la menta
en la ciudad,
irrevocable olvido.

Es lo mejor
que puede hacerse
con las horas
inconciliables,
frente a las grandes crecidas
y la particular
visión de las cosas.

Jaime Kozak
Taller de las 13 hs.






DESCANSANDO EN MI REGAZO

De tanto estudiar a su enemigo,
confundieron los espejos que la tristeza,
amamanto en sus músculos gastados.

De tanto olvidar, de jugar
sin importarles el juego,
fueron cadáveres de rostros sin señas.


De tantas letras de cartón
quemándose entre sus dedos,
se convirtieron en fotografías
sin voz ni recuerdos.

Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00




DESCANZANDO EN MI REGAZO


Viento de patíbulo.
¡Levanta las manos y escribe!

El cuerpo no ha de temblar por un papel.
¡Despide al milagro y extraña el corazón de la fruta!

Velocidad de paisajes en la libertad.
¡Vive y tumba las estrellas junto a la transparencia!

Agua y dado entretejen el latido rebelde.
¡Arroja tierra y recorre las preguntas!

Mensajero del futuro confía en el regazo.
¡Palpa el tiempo y acomódate en el aire!


Clémence Loonis
Taller Sábado 17h






ALGÚN DÍA ES HOY

Algún día,
vendrá la herida
entre alcoholes y especias
a buscar las palabras
que dejaron sobre la mesa,
aquellas aguas,
que no se pudieron navegar.

Las cabezas en alto,
como ofrendas
que miles de almas
entregaron al trabajo.

Cuerpos donde descansar,
decían las frías baldosas del reloj,
a cero kilómetros de los corazones.

Nuestros pies
se posaron sobre las voces
que un alérgico discurso
convirtió en historia,
la vieja modernidad.

Los brazos que se alzan,
no se rompen,
las manos que se agitan
son la fuerza de la libertad.

Los trapos que cuelgan
de las miradas de Madrid
son las vendas que cayeron
de los ojos de tantos abuelos,
que, hoy, son el alma de nuestra juventud.

Adrián Castaño
Sábado 16.00 hs




DESCANSANDO EN MI REGAZO

Abre la noche su desesperación
de madre a punto de perder
el blanco crediticio de la primera edad.

Cae su manto sobre los esteros
y el día nos despierta en otro cuerpo.

Descansando en mi regazo
eres la claridad de mis ojos.

Cuando te vas, me visto de palabras
y no te recuerdo.

Cruz González Cardeñosa
Taller: Sábados 17:00 h




…HASTA QUE BAJE LA MAREA

Que la vida no sea
una contienda banal,
ni tu mano un puño que se cierra
hasta destruir las semillas.

Que los surcos no se aneguen
con el llanto baldío,
ni anden tus pies desparejos.

El sol siempre se hace público
en las playas, cuando los caballos
sin frente mueren en la orilla.

Descansando en mi regazo,
eres libre
hasta que baje la marea.

Antonia López

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