Contador

sábado, 13 de noviembre de 2010





POR AHORA

El invierno brota mudo entre tus ojos
para que puedas ver las alondras muertas,
que siguen volando frente a tu ventana.

Fuimos las serpientes ciegas
enviadas para morder las entrañas
que rugían de ausencia
en tu azulado abdomen,
que envenenado por mis negros labios,
bostezaba de amor.

Entre las tumbas: una sola melodía
traída desde el único desierto
con tu sediento idioma y una
alfombra enroscada en la garganta.

Vente al lienzo y pruébate todos los colores,
muévete como lo haces en las sombras,
que te dibujaré inicuas alas
junto a los verbos que caen del pincel
hasta el fuego de la mediocridad,
donde José Ingenieros se hizo carne en mi cañón
para disparar contra la verborragia de tu pobreza.

Adrián Castaño
Sábado 15.00 hs







EL PROBLEMA DE LA RAZA

En el punto de tu piel,
negro azabache rutilante,
barniz caoba de tu sangre,
pétalo de luz de blancura temblorosa;
se debate la pregunta,
el puñal herido de la duda,
que te interroga con sus drásticas
puntuaciones digitales.
Es tu raza la palabra,
el lenguaje con que hablas
coloquial desde la tumba.

Ruy Henríquez
13 de noviembre de 2010







POR AHORA


Nuevas palabras sustentan
nuevos aconteceres.

Por ahora los diarios
no dicen nada de esto.


Antonia López
Taller: sábados, 15:00 hs






EL PROBLEMA DE LA RAZA


Cuánto silencio concentrado en un hombre
cuánta soledad erizada en una frase
cuánta distancia, cuánta miseria, cuánto odio.

El tiempo condena la lentitud más allá de los sentidos
más allá de la victoria, de los agujeros contenidos en el letargo.

La raza espera sentada en su sillita de mimbre
desterrada del futuro, las turbulencias de la humanidad.


Magdalena Salamanca






HOMENAJE

A Luís García Berlanga.

Arquitectura negra en los soportales de los cines,
y una risa nerviosa entre bambalinas,
pues nunca sabe cuando tendrá que abrir sus piernas,
para el público que apuesta por ese tren cruzando su alcoba.

El reloj tiene el tiempo de la mano de un hombre,
hay profesiones que no encuentran su verdugo,
guerras donde caen las diferencias cuando cae el telón.

En tus películas se habla,
boca a bajo y de costado,
a los ojos y a la entrepierna.

En tus películas se vive.


Hernán Kozak
Taller de los Sábados a las 17.00










POR AHORA

Escuece el aire cuajado por tramoyas retornadas.
Catedráticos que sujetan el juicio con látigo de mica,
estampa de un díscolo despertar untado de autocracia.
Gritos anquilosados, manos mudas,
progreso y razón atrapados en cápsula de incienso.

Hiere el espacio de silencio en el reloj
forclusión de un proyecto burlado.
Pero el ruiseñor enamorado guarda su trino para el alba.
Un verso ayer, otro hoy, pelean lo transitable del hombre
puliendo pliegues que encojen el aura del grito.
Aún nos quedan colores otoñales
cotejando emocionados en días eclipsados.

Ana Velasco
Taller: Sábados 15 h.






EL HUECO DE TU ASOMBRO

El hueco de tu asombro
desnuda almas
vagas y polvorientas.

Deseos musgosos
en espasmos de arena,
donde amo bulevares,
alamedas en la mirada,
sugiriendo
espirales oscilantes
que no dejan de moverse.

Cuando hablo,
remolinean, a mi alrededor,
giros de luz.

Sentado en mecedora
con disfraz
de marqués o torero,
en los confines
de lujuria cotidiana,
atravieso
puertas reticuladas,
ventosos cristales
que se suceden
cuando llegan
fragmentos de vida.

¿Quién soy cuando pregunto por esencias?

Un punto de apoyo,
en la inteligencia
de la consanguinidad.

Misterio de números,
cuando la locomoción
ante ruidos tatuados,
abre movimientos del otoño
y la ciudad
entrega
sus secretos.

Jaime Icho Kozak
Taller de los Sábados a las 13hs.








SUICIDA DEL HAMBRE

Suicida del hambre,
respiro el instante humano
del hastío para poder aparecer
en otros mares, a la deriva.

Me entrego a lo desconocido de tus frases,
sobrevolando una extensa gravedad inoportuna
que se termina en la mirada inútil del ayer.

Acorralado y sin posibilidad de salto,
arremeto todos los orígenes sonoros de tu piel
y en ese instante imposible,
golpeo ferozmente la ventana
que siempre imaginé de mi vida y nunca llego.

Se entorpece la suela que carga con esa estabilidad,
caigo rendido y sin perdón,
desaparezco de tu vida hasta que el viento
vuelva a sacudir mis manos,
los pasos que empezaré a producir.


LEANDRO BRISCIOLI








EL PROBLEMA DE LA RAZA

Vi cómo recrudecía el desamparo sobre el color,
cómo la carrera temblaba en la superficie del papel.

Se amontonaban nadie y siempre fingiendo
en la memoria, fría espalda esculpiendo hueca,
que la ribera se consume y contempla la piedra.

Tropezaba mi frente, levantándose donde caía,
y toda la calle acompañaba al fugitivo,
rápida deriva de los embarcaderos.

Yo fui un ojo que rozaba nadie,
que metía la mesa donde el pan
y besaba a tientas un dulce sí atado a si mismo.

Clémence Loonis
Taller sábado 17h


No hay comentarios:

Publicar un comentario