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domingo, 15 de noviembre de 2009

REFUGIOS INSTANTÁNEOS

Y se sumergió.

Durante años la plácida distorsión de un misterio
se arrimaba lentamente hacia sus intrigas.
Altisonante y sola, con tenue displicencia,
ronroneo los espacios abiertos y,
definitivamente, decidió estremecer su pecho,
asomarse al universo y salir.

Al principio le costaba respirar,
la áspera presión de los núcleos, comprimidos por el oxígeno,
arrinconaba en los alvéolos del alma, el aire.
Como si volviera a nacer, sacudió sobre sus nalgas
todas las rendijas del pasado y, en ese gesto,
retomó su habilidad para vivir.

La luz que antes entumecía sus pupilas
ahora anunciaba un amplio recorrido bajo sus pies,
el miedo no era posible, el silencio tampoco.
En su interior fueron creciendo
pequeñas figuras con las formas del amor
y entre sus sueños dejó de buscar lágrimas,
aquellos monstruos del tormento,
hoy eran tiernas criaturas a las que cuidar.

Ella se desconocía, aunque por momentos,
todo lo vivido se descomponía ante si
en palpitaciones fotográficas que, con nitidez extrema,
entorpecían su visión, impidiéndole caminar.
Unas veces, intuía morir, otras, despreciaba el intento,
pero algo la hacía precisa y diferente, furtiva y delirante a la vez,
algo, en aquel refugio, no alcanzaría nunca la muerte.

Magdalena Salamanca
Taller de los sábados a las 17 h.


Cuadro: Espesa verganza



REFUGIOS INSTANTÁNEOS


Sin el órgano refugio,
sin su identidad extrema,
copia este renglón su sombra
de escritúrales pliegos,
el corpulento laberinto
en que se hace hombre,
vocal engendrando vientos,
manos invocando sus quimeras.

Sufre en su dedo
la dirección que le señala,
la muerte que en la espalda
golpea cada encuentro.
Sustituto del alma,
ráfaga de intermitentes vuelos,
prende en tu puñal
mi aliento.

Ruy Henríquez
Taller sábados 17,00 h.



Cuadro: Llanuras de amor



ES FUNDAMENTAL

Es fundamental
que pueda escribir
mi cuerpo
y el lazo de seda
que conduce
al sabor de tu piel.

Así, viajo,
hechizado
por la vehemencia
de nubes,
en instantes inolvidables.
Y llego,
a fuerza de besos,
y mutaciones
de vidas cambiantes,
a la velocidad
de filtros mágicos
que hacen posible,
más allá de promesas,
nuestras caricias
en la noche de los abrazos.

Y, es importante,
para mí,
dirigir los pies
por la senda
del nácar de lo imprevisto
y el perfume
que licua tiempos,
mareas
y plantas oceánicas.
Busco
rostros marinos,
ramificados
en lecho de la magnolia atemporal.

Es imprescindible
partir del andén
de la tumba de viejos días.

Sostener
la insistencia en los desvaríos
y la comunión de la belleza,
con deseos
de una canción indeleble
en venas terrestres,
ligadas a algún lugar
olvidado
en una larga avenida
de madreselvas en flor.


Jaime Icho Kozak
Taller de los sábados 13 Hs




Cuadro: El ruido de la máquina



LOS RUIDOS DE ARRIBA

Como desafiantes a un destino peligroso,
los ruidos de arriba replican sin parar.
Como sutiles arañazos destrozan el cuerpo,
jadean al son de los tambores.
Como despreciables saludos
como delirios nocturnos
como son
y yo aquí sentada, esperando
el fin de una tormenta de verano.

YOLANDA HERNÁNDEZ
Taller Sábado: 17h





Cuadro: Cuando la mujer desea



REFUGIOS INSTANTANEOS


Son las soledades, combinan el amor
con los dientes subterráneos y
engañan a la sección de los labios.

Ellas, acumuladas en varias miradas,
se refugian sin maneras de ciudad,
con antorchas sumisas en el tallo de una aguja.


Me lo estás contando con la desnudez de la afonía,
girando porque los pies no dejan de caer,
y la duda, atropellada, silva un chiste de frente.

Quizá, aquellos refugios de risa y sol
se adueñan fácilmente de un blanco escarlata
de una promesa siempre renovada.



Clémence Loonis
Taller Sábado 17h




Cuadro: Arrancada del alma



LOS QUE NO ESTUVIERON

La ausencia no camina cabizbaja,
la nostalgia no alza para nosotros
un muro imposible de derribar.
Con los ojos a ras de tierra
y la mirada en el alto vuelo,
los que no estuvieron
nos dejaron, para poder partir,
el camino abierto de los sueños.

Antonia López
Taller: sábados 14,45h





Cuadro: A orillas del Guadalquivir


NO ESTUVIERON

Cuando tu mirada se hamaca en mis ojos
y un violín desafina todos los espejos
en el final de la madrugada,
los pájaros temerán por sus alas en nuestra presencia.

He bebido el silencio de las aguas que anidan en tu vientre
y comido las palabras con doradas escamas,
como el orfebre que te dio la voz.

El polvo de oro se agita en el aire
con el galope de tus alas,
en esas noches donde todas las aves tienen una sola pluma,
con la que dimos vida a nuestro amor.

Escribiremos con el mismo acento nuestros nombres,
porque al final de tu boca
suenan todas las mañanas juntas.

Adrián Castaño
Taller de sábados 14.45 hs.




Cuadro: Más allá del horizonte


REFUGIOS INSTANTÁNEOS

Es un patio de colegio en invierno,
a esa hora donde la vida arde en los pupitres.
En una esquina donde el viento persigue las hojas,
donde no quedan rastros de las carreras a ninguna parte,
ni las primeras miradas sin sentido,
un niño conoce la tristeza amamantando su cuerpo.

El ruido de la ciudad es ajeno a esas paredes,
como una frontera de países que no se tocan,
extranjeros hasta la hora marcada.

Nadie sabe que un recuerdo puede estar naciendo,
azotando sus pequeñas manos.

Una pelea por nada y esa historia
primero le hara temblar la voz que no tiene,
y luego la contara, la olvidara, la dejara secar en unos labios.

Suenan las alarmas, las puertas se desperezan,
las madres abren sus brazos para recibir a los cachorros.

Él con la bufanda entre los dientes sale a la calle,
fija sus ojos en un escaparate y en otro y otro
y vuelve a casa.

Hernán Kozak
Taller Sábado 17h




Cuadro: Una llama de viento azul


ELLOS NO ESTUVIERON

Sobre los escombros de un muro
el júbilo atravesaba fronteras,
centenares de hombres
fundieron su latido
en anhelos del mañana.

A la sombra de un espino
enredada en la sonrisa de un saxo,
una gris cabellera, entonaba, desacorde,
un blus a la nostalgia.
Y un rincón de la noche
crujía la ausencia de los últimos prófugos.

Ana Velasco
Taller: Sábados 14:45 h.

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